La Carta Orgánica es la norma superior y constitucional a través de la cual el municipio debe perfeccionar el ejercicio de su autonomía plena.

La elaboración de la Carta Orgánica Municipal será legítima con amplia participación de la población, por ello es imprescindible garantizar la participación y el control social sin discriminación. No debe servir solo para los intereses sectarios o de un solo nivel social, debe certificarse la participación plural e interseccional, sin manipulación política, lo que significa conseguir  autenticidad de las decisiones del proceso legislativo. 

Además, en el marco de la equidad es necesario conseguir el equilibrio entre hombres y mujeres en la composición de los actores decisores, aclarando que  la  igualdad de oportunidades para mujeres, hombres, jóvenes, adultos mayores, personas con discapacidad y pertenecientes a las orientaciones sexuales e identidades de género diversos, es un requisito indispensable, lo mismo que lograr representatividad de la compleja diversidad sociocultural y  la inclusión territorial y funcional de los actores en el  proceso legislativo municipal. 

La Carta Orgánica es como una pequeña Constitución para la jurisdicción municipal. Debe contener las visiones de todas las ciudadanas y ciudadanos, no ser contraria a la Constitución ni a las leyes en actual vigencia, tiene como fin promover el bien común, y organizar jurídica y políticamente el Gobierno Municipal como garante de la libertad y del sistema representativo, democrático, pluricultural y altamente participativo; para exaltar los valores de los seres humanos, del medioambiente y del territorio. 

En las propuestas de la Carta Orgánica se debe plantear y ampliar espacios de participación directa, garantizar la iniciativa legislativa ciudadana, el referendo, la consulta previa y canales de atención permanente de la demanda social, significa escuchar al pueblo en sus necesidades específicas desde la diversidad. 

Partir del principio que no se puede arreglar el problema con la misma lógica con  la que fue creada, por eso debemos animarnos a imaginar que otro municipio y otra ciudad es posible. El proceso debe incluir  nuevas visiones, tener  nuevas respuestas a los problemas, proponer soluciones orientadas a un cambio en los paradigmas sobre la ciudad y el municipio. Significa incluir una visión que no solo esté orientada a la construcción de infraestructuras de impacto o la visión orientada a garantizar el desarrollo capitalista, las leyes del mercado y beneficiar a la propiedad inmobiliaria, sino que tenga una visión orientada a garantizar la vida y la reproducción de la vida, privilegiando el enfoque de los cuidados y a los seres humanos, hombres y mujeres de todas la edades y diversidades y sus necesidades y demandas, a tiempo de avalar y respetar los derechos de la madre tierra y de la economía plural. 

Anteriormente hubo varios intentos para elaborar la Carta Orgánica, sin embargo, estos ensayos no llegaron a buen término. En la actualidad, al parecer hay la decisión política para hacerla, pero ojalá sea para superar las brechas urbanas, las desigualdades y las injusticias urbanas, hasta ahora hay muchos barrios sin agua potable y alcantarillado y la contaminación nos asfixia, es una realidad que no tiene pudor ni moral en el Gobierno Municipal.

La Carta Orgánica debe gozar de un alto grado de legalidad para ser reconocida, aceptada y acatada  por todos y todas.

SENTIDO COMÚN

MARÍA ISABEL CAERO

Arquitecta

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