Analicemos sus estrategias: no proponen apropiarse del voto en blanco ni de la abstención, eso no les sirve. Lo que ellos y ellas quieren es lanzar el mensaje mediático de anulación de los procesos de democratización, por ser procesos de indios. Entonces, luego van a pretender extender esa falsa conclusión de anulación de la decisión y la gestión, para vetar al hermano Evo Morales como candidato a la reelección. Puro bleff.

Era y es responsabilidad del Gobierno y de las organizaciones sociales la información sobre la importancia de las elecciones judiciales; había que impulsar distintos espacios de debate. Es importantísimo para Bolivia la elección por parte del pueblo de los y las responsables del aparato judicial; sin embargo, no se hizo la tarea de la información. Pero a quien realmente tenemos que señalarles su incompetencia es al Órgano Electoral Plurinacional, que —diría— no hicieron absolutamente nada para informar a la gente y no me extraña. ¿Será que a su presidenta, la señora Katia Uriona (quien procede de las ONG como la Coordinadora de la Mujer, esa mega ONG con megapresupuestos) le va a interesar fortalecer el proceso de cambios?

Lo que buscan los neoliberales reciclados es debilitar los procesos revolucionarios desde dentro, y el momento clave públicamente se dan la vuelta.

Supongo porque así podrán seguir intermediando y suplantando la voz de mujeres y hombres del pueblo boliviano. Soy malpensada ¿no?

¿Por qué la derecha maneja esta estrategia de colgarse de los errores e impulsar errores? Pues porque como clase son incompetentes históricos. Las tareas de la burguesía nacional fueron incumplidas por esa clase burguesa racista en Bolivia. Tareas pendientes desde la revolución de 1952. Recién el actual gobierno las está cumpliendo. Por lo tanto. la derecha está sin iniciativa, porque lo que tenían que hacer históricamente ellos y ellas como clase no lo hicieron, y hoy lo hacen con mucho éxito los indios, a quienes ellos y ellas tanto despreciaron. ¿No creen que son unos envidiosos y acomplejados?

La pregunta para el pueblo, ante estos momentos políticos, es cómo profundizamos el proceso revolucionario, para que no se quede en reivindicaciones democrático-burguesas, luego pasemos a cuestionar y finalmente a eliminar la explotación del trabajo humano y la depredación de la naturaleza. Ése es el desafío, eso tenemos que estar discutiendo en cada momento de profundización de nuestra revolución, como lo serán las elecciones judiciales. ¡A no dejarse robar el voto, compas!