El país está evidentemente agitado y se multiplican las llamadas plataformas ciudadanas para la defensa del 21F, y es comprensible que muchas autoridades se sientan incómodas con sus movilizaciones. Personalmente, no estoy ni pienso estar en ninguna de dichas plataformas, pero al margen de eso, creo que tienen todo el derecho a manifestarse, es un derecho ciudadano al que no podemos renunciar.

Sin embargo, hemos leído las declaraciones del Ministro de Defensa comparando a esas plataformas con “un borracho que te está fregando tu fiesta” y al que por tanto tienes derecho a “botar” (vale decir a reprimir, a sancionar, a hacer callar)...

En primer lugar, había que preguntarle al Ministro cuál es “tu fiesta”, la fiesta de quién… Sería bien recordarle al Ministro que en temas estatales no hay espacios ni planes privados. Y donde están las diferentes autoridades puede estar también la población civil. El derecho de expresión y de asociación son constitucionales. Cabría pensar en un hipotético país donde todas y todos estaríamos de acuerdo; realmente sería muy agradable (tal vez un tanto aburrido). 

 Pero lo normal es que en este país, como en todos, haya diferencias de criterios y el verdadero ideal es que esas diferencias se resuelvan por la vía del diálogo, sin negarle a nadie el derecho de expresar sus opiniones, movilizándose en las calles e, incluso, gritando en actos públicos (aunque sean oficiales, no por eso dejan de ser públicos, y no privados como la supuesta fiesta del Ministro).

Pero en segundo lugar esa maniobra de “botar al borracho” implica el uso de la violencia, de la fuerza pública, y en este país constitucionalmente democrático —que reconoce constitucionalmente la libertad de opinión y de expresión— no hay ninguna justificación para el uso de la violencia (a la que parece que quiere apelar el mencionado Ministro).

Además sería conveniente que el Ministro de Defensa no se meta en temas y espacios que no le conciernen (no tienen nada que ver con la defensa del Estado). Que más bien tome nota de las declaraciones del Ministro de Gobierno, quien afirmó textualmente que las tales plataformas (y otros) “tienen derecho a protestar”, y que “tampoco están cometiendo ningún tipo de agresión, ni ejerciendo violencia”, y, que por tanto, “no hay por qué tomar esas medidas”, exhortando además a las organizaciones sociales a “no caer en provocaciones,  ni hacer declaraciones que inciten a la violencia”. Esa es la posición correcta y al ser además la del Ministro de Gobierno, resulta tranquilizante y satisfactoria.

Ojalá se entere el Ejecutivo de la CSUTCB y deje de advertir que las organizaciones pueden reaccionar agresivamente (y que no se las podrá controlar). Lamentablemente, esta actitud del dirigente Herrera coincide con la que se le escapó a nuestro Presidente cuando habló de sacar a chutazos a esas plataformas, una incitación a la violencia que no tiene nada que ver con el nuevo Estado Plurinacional. 

 En cuanto a las afirmaciones de nuestro Vicepresidente, en sentido de que estamos asistiendo a una pelea de “q’aras contra indios”, no es que sea inconstitucional, pero sí es simplemente errada, ya que en ambos bandos vemos tanto a q’aras como a indios.

Lo que importa dejar claro es que todo desacuerdo deberá resolverse por la vía democrática y no por la represiva, y violenta; es lo que acaban de afirmar el rector de la UMSA, Waldo Albarracín, y el exdefensor del Pueblo Rolando Villena, y afortunadamente también el ministro de Gobierno, Carlos Romero.  Fue el exdefensor el que aseguró que con esta actitud, las organizaciones afines al MAS demuestran que están en su peor momento y que son ellos los que están incitando a la violencia…

Realmente qué lejos están quedando aquellas sabias y prometedoras palabras que pronunció Evo Morales en abril del 2008, en Cochabamba, cuando afirmó que “a los que piensan diferente que nosotros los tenemos que convencer, no los tenemos que vencer”. 

Rafael  Puente es miembro del Colectivo Urbano por el Cambio (CUECA) de Cochabamba