Resulta bastante claro suponer que la presencia del ex presidente Morales en San Julián, un día antes del inicio del bloqueo, parece el retorno de su estrategia política desatada en varias oportunidades. Este bloqueo cortó e impidió el tránsito de Santa Cruz al Beni y toda la Chiquitania. Coartó, por tanto, el vital comercio y toda la actividad interdepartamental.

Este bloqueo se inició el día 23 y se escudó en la necesidad de conectar principalmente San Julián con Casarabe. El hecho es que centenares de camiones estuvieron varados y entre ellos varios que llevaban más de 300 toneladas de carne destinada a la exportación a mercados de ultramar. Los conductores de los motorizados señalaron que para mantener la carne en refrigeración debían mantener en funcionamiento los motores y temían que se les agotara el diésel y esta mercadería debería ser desechada. Lo propio ocurrió con los alimentos precederos que transportaban. Solo en el rubro ganadero se registró una pérdida de 300.000 dólares por día y hasta antes del levantamiento del bloqueo sumaban más de un millón y medio de dólares.

Se trató de un bloqueo que, además de interrumpir la carretera de Santa Cruz al Beni, desconectó la comunicación hacia la Chiquitania que, como se sabe, es hoy el granero de Bolivia, produciendo el 75 por ciento de los alimentos que consume la población. Los llamados interculturales, asentados en buena medida por la fuerza y la violencia en el lugar –seguramente obedeciendo instrucciones–, se dieron a la tarea de bloquear sin razones valederas los accesos a las poblaciones de Cuatro Cañadas, Pailón, Yapacaní y otras. Actitud que hace suponer que, al provocar la escasez de alimentos de la Chiquitania, pretendían crear hambruna y más allá de crear molestar al gobernador Fernando Camacho, lo hicieron también para desestabilizar al presidente Luis Arce.

De lejos se mira que el promotor del bloqueo no es nadie más que el ex presidente Morales, acontecimiento al cual fue acompañado por el frustrado candidato a la gobernación cruceña, Mario Cronenbold y la también frustrada candidata a la alcaldía cruceña, Adriana Salvatierra, quizá con la intención de relanzarlos para el 2025, fecha acariciada por Morales para hacerse mandatario nuevamente. Sería parte de su siempre prematura campaña. Ninguna autoridad ha “movido un dedo” oportunamente para restablecer el flujo carretero Sana Cruz-Beni. Los jefes de la Policía departamental dijeron no tener orden superior alguna para restablecer la vía, evidenciando la obediencia al “copresidente” del Estado. Finalmente, el bloqueo de San Julián concluyó mediante un preacuerdo con la Gobernación de Santa Cruz.