(elPeriódico-Mayo, 30/2022) La Asamblea Legislativa Departamental de Tarija (ALDT) se apronta a la realización de un nuevo proceso eleccionario para determinar una nueva directiva por el período 2022 – 2023, luego de casi un mes de no llevarse adelante sesiones ordinarias.

Este miércoles, se prevé que los 30 asambleístas departamentales se congreguen en el hemiciclo para que se proceda a instalar el Comité Ad Hoc, compuesto por los cuatro jefes de bancada y, luego de ello, la deliberación volverá a desarrollarse en el pleno.

Luego de declaraciones subidas de tono sobre el primer acuerdo de jefes de bancada logrado la semana pasada, todas las fuerzas políticas o al menos sus representantes, coinciden en que se debe gestar una directiva “de consensos”, que permita superar el dilema de la paridad, puesto que dos bloques, cada uno de 15 asambleístas, buscan la presidencia.

Desde la alianza Unidos, sostienen que esta fórmula garantizará la gobernabilidad del departamento y proveerá al Ejecutivo Departamental de los instrumentos normativos suficientes para hacer gestión.

“Ya no sería por sorteo sino obviamente será elegida por el pleno, necesitamos una Asamblea que pueda ser de la misma línea del gobernador, del candidato que ha ganado la elección”, consideró el asambleísta, Mauricio Lea Plaza.

Por su parte, el asambleísta por el Movimiento Al Socialismo (MAS), José Yucra, dijo estar de acuerdo con la propuesta de una directiva de consensos, pero que esté encabezada por la mejor propuesta de gestión, ratificando el apoyo de la bancada azul a Comunidad de Todos.

elAPUNTE

Tipo de votación

Si bien el reglamento de la Asamblea Departamental establece diferentes tipos de votación, existen dos que usualmente se utilizan: por signo y voto secreto.

Desde el MAS consideran que debe utilizarse la votación por signo (levantando la mano) como se hace en las sesiones ordinarias cuando se debe votar por una ley, sin embargo, en la vereda del frente, el bloque Unidos-Indígenas, temen que esto pueda generar presiones políticas y los asambleístas de Comunidad de Todos o el MAS estén “obligados” a votar por un candidato o plancha.