El presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Óscar Hassenteufel Salazar, niega que exista una “grave crisis” en esa institución y afirmó que los vocales no renunciarán a sus cargos, como exige el Comité Nacional de Defensa de la Democracia (Conade).

“Cada uno de los vocales que actualmente continúa conformando el TSE goza del derecho personalísimo de continuar con la función hasta el vencimiento del periodo (seis años) para el que fue elegido o dar por concluida la misma en el momento que vea conveniente hacerlo, decisión que siempre será respetada y comprendida”, responde Hassenteufel a través de una carta difundida el pasado 11 de mayo.

Las afirmaciones del titular del TSE responden a la postura del Conade, que exige la renuncia de todos los vocales (nacionales y departamentales) por considerar que no se tiene las garantías del trabajo independiente que deben desarrollar.

Además, considera que el ente electoral se encuentra en una crisis interna y desinstitucionalizada y cooptada por el Gobierno y que no responde a denuncias sobre manipulación de datos y padrón inflado, entre otras.

También sostiene que la salida de tres autoridades: Salvador Romero, María Angélica Ruiz y Rosario Baptista, considerados “vocales institucionales”, agrava y debilita la institucionalidad del TSE.

Sin embargo, el Presidente del TSE expresa que el hecho de haber presentado esas tres renuncias al cargo de vocal "no significa una grave crisis" y asegura que esa situación fue asumida por determinación personal, familiar y laboral.