El pasado fin de semana fue inaugurado en La Paz el esperado viaducto de la Belisario Salinas, en la zona de Sopocachi, con los colores del partido del alcalde Iván Arias:  turquesa (predominante), además de  blanco y rojo.

Ese hecho no pasó desapercibido para los internautas, que publicaron críticas de todo tipo contra la autoridad edil, desde la entrega como suya de una obra iniciada por su predecesor Luis Revilla, hasta su afán por pintar la ciudad con esos colores, que además son los institucionales de la Alcaldía.

Luego de ello se conoció que el gobierno municipal planea cambiar el color de la fachada del Teatro Municipal Alberto Saavedra Pérez a celeste, con el argumento de que sería el original.

Afortunada casualidad para Arias que el color coincida con el turquesa de su partido, pero la molestia entre algunos paceños  por el uso recurrente de esos tonos aumenta y no es para menos.

Revilla hizo lo mismo con el amarillo de su partido y, a nivel nacional, Evo Morales impuso el azul durante 14 años.

Es hora de repensar esa práctica y dejar de gastar tanto en pintura.