Medio: Los Tiempos
Fecha de la publicación: viernes 06 de mayo de 2022
Categoría: Institucional
Subcategoría: Tribunal Supremo Electoral (TSE)
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- Vocales del Tribunal Supremo Electoral en una sesión de Sala Plena. | APG
Tras la renuncia de María Angélica Ruiz al Tribunal Supremo Electoral (TSE), que fue aceptada por la Asamblea, analistas expresan su preocupación por el posible “secuestro” del Órgano Electoral a manos del Movimiento Al Socialismo (MAS). Consideran que vocales que responden al partido azul atentan contra la autonomía e independencia de esta instancia.
En un año, el TSE sufrió la baja de tres vocales, calificados de institucionales, debido a renuncias que presentaron por diferentes aspectos, pero que dejaron entrever que su alejamiento era por presiones políticas.
El primero en renunciar fue el delegado presidencial Salvador Romero Ballivián, quien señaló que el TSE fue “golpeada con saña por doquier” .
Amenazas, hostigamiento desde todos o casi desde todos los frentes políticos, a veces sucesivas, en otras ocasiones, simultáneos; presiones de organizaciones sociales, regionales, corporativas; asechanzas de otros poderes”, refirió en su momento.
La segunda en partir fue Rosario Baptista, que denunció irregularidades en el TSE y cuestionó el padrón electoral, entre otros.
A esta renuncia se suma de Ruíz, quien indicó que no existen condiciones para continuar adelante con el trabajo.
Los analistas consideran que el TSE sufrió la primera injerencia del Órgano Ejecutivo con la designación de un delegado presidencial en esta instancia.
A pocos meses de la llegada de Luis Arce al Gobierno, mediante normativas supremas designó a vocales presidenciales en el TSE y los Tribunales Electorales Departamentales, aspecto que se cuestiona por considerar de injerencia directa de un órgano sobre otro.
“Esto genera un precedente nefasto porque indica que uno de los miembros del ente electoral está sujeto a las atribuciones del Presidente. En los decretos de designación existe un párrafo en los considerando que indica que los vocales electorales designados son personal de confianza del Presidente”, sostienen analistas consultados que prefieren guardar en reserva su identidad.
En el TSE, la vocal de confianza de Arce es Dina Chuquimia, quien ya en 2011 fue elegida vocal, contraviniendo el artículo 206 de la Carta Magna, que señala que “el Tribunal Supremo Electoral está compuesto por siete miembros, quienes durarán en sus funciones seis años sin posibilidad de reelección”.
Además, Chuquimia renunció en 2015 luego de publicar un tuit de respaldo al entonces candidato a la Alcaldía por el MAS, Guillermo Mendoza, aunque dijo que su cuenta fue hackeada.
Otro vocal con lazos masistas es Daniel Atahuachi, quien trabajó de manera estrecha con el exministro Juan Ramón Quintana.
Francisco Vargas también es cuestionado de tener simpatía con el MAS debido a ciertas acciones realizadas de manera conjunta con Atahuachi. Entre ellas, pedir reconsiderar las elecciones del 18 de octubre de 2020, además, ambos observaron la habilitación de Manfred Reyes Villa para las elecciones subnacionales.
La Asamblea debe llenar las acefalías
La Asamblea Legislativa debe convocar a sesión de esta instancia para posesionar como titular a uno de los suplentes elegidos en diciembre de 2019. Sin embargo, no existe la urgencia de nombrar a un titular, toda vez que la instancia electoral cuenta con el quorum respectivo para Sala Plena.
En 2019, además de los titulares, el pleno del Legislativo designó como vocales suplentes del TSE a los ciudadanos: Arista Quispe Nelly, Uriarte Sánchez Noemí, San Martín Crespo Yajaira, Armata Balcazar Edwin Lino, Gómez Rojas Carlos Eduardo y Zuleta Sánchez Pablo Christian. La Ley del Órgano Electoral señala que, cuando de manera permanente no se pueda constituir quorum en la Sala Plena, la Asamblea Legislativa designará como titulares a los vocales suplentes que sean necesarios.