Medio: Página Siete
Fecha de la publicación: viernes 06 de mayo de 2022
Categoría: Institucional
Subcategoría: Tribunal Supremo Electoral (TSE)
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La principal causa de la crisis política de 2019 fue el prorroguismo del expresidente Evo Morales. Y, sin temor al error, se puede decir que la segunda causa de ese estallido fue la subordinación del Tribunal Supremo Electoral (TSE), que habilitó la candidatura de Morales aún en contra de la Constitución y que administró el proceso electoral más cuestionado de la historia reciente del país.
Con esa experiencia, queda claro que un Tribunal Electoral independiente es crucial para la supervivencia de la democracia y para darle legitimidad a los ganadores de las justas electorales. En cambio, una entidad afín a cualquier partido político sólo puede ser garantía de caos político y social.
A diferencia de lo sucedido en las elecciones de 2019, en los comicios de 2020 solamente pequeños grupos radicales cuestionaron el triunfo electoral de Luis Arce. La gran mayoría de líderes de opinión, dirigentes sociales y medios de comunicación aceptaron los resultados porque provenían de un Tribunal Electoral independiente y creíble.
Pues bien, tres integrantes de ese TSE ya renunciaron a sus cargos y dejaron la sala plena bajo control de los vocales afines al MAS, lo que representa un riesgo para la estabilidad democrática del país.
La última en renunciar fue la vocal Angélica Ruiz, que dio pocas explicaciones sobre su salida, pero dijo que en las actuales condiciones no se podría seguir avanzando. Antes de ella, también renunciaron Salvador Romero, quien fuera el presidente del TSE que administró el triunfo de Luis Arce, y la vocal Rosario Baptista, que salió en medio de una fuerte polémica por presuntas irregularidades internas.
En la actualidad, la sala plena tiene cinco integrantes, de los cuales tres son considerados cercanos al oficialismo. Dina Chuquimia fue nombrada por el presidente Luis Arce, Daniel Atahuachi fue funcionario del Ministerio de la Presidencia durante la gestión de Juan Ramón Quintana, y Francisco Vargas votó en consonancia con los intereses del MAS en las más recientes elecciones, por ejemplo, en contra de la habilitación del ahora alcalde de Cochabamba, Manfred Reyes Villa.
Si bien en el país no hay elecciones próximamente, es importante preservar la independencia del Órgano Electoral, porque de esa manera se garantiza la estabilidad democrática del país y la legitimidad de los ganadores. El MAS no debería perder de vista aquello, porque ni siquiera sus intereses están garantizados con un TSE obediente a sus designios.