Sin acuerdos entre los dos bloques que suman el empate a 15, los operadores esperan que “pase algo” que permita conformar una nueva Directiva para la gestión, donde hay varios temas importantes esperando
Ni con cambio en la correlación de fuerzas ni con claridad en la estrategia jurídica – al menos hasta el cierre de esta edición -, pero desde las 14:30 las bancadas volverán a verse las caras en la Asamblea Legislativa Departamental de Tarija para tratar de elegir una nueva Directiva que guíe el ejercicio legislativo en el curso 2022-2023. No será fácil.
De momento el empate a 15 que se vislumbraba el viernes sigue sólido. Por un lado, la bancada de Unidos, con 12 curules, y los tres curules de la bancada indígena, aspiran a imponer su voluntad de lograr un empate a viva voz y hacer que el presidente, también indígena, desempate. Al otro lado, los 13 votos del Movimiento Al Socialismo y los dos de Todos aspiran justamente a lo contrario, hacer que Nicolás Montero no vote y se defina la elección con un 15-14.
De momento lo único que se les ha ocurrido a unos es cuestionar a Francisco Rosas y Jorge Luis Sanguino – los dos curules de Todos – por votar con el MAS, porque la teoría política en Tarija dice que el que se acerca al MAS pierde, algo que no soportan ni los datos ni la historia, pues muchos de los que hicieron ejercicios y jugaron golf con Evo Morales siguen siendo pesos pesados en la política departamental, pero al menos sirve para tener entretenido a la gente en redes sociales.
La defensa de los otros tampoco parece muy ortodoxa al pretender volver a “escandalizar” con los mil veces “denunciados” supuestos vínculos de Óscar Montes con el mismo Movimiento Al Socialismo (MAS) con el que precisamente afean a los socios del momento y que ya se ha demostrado electoralmente inocuo. Ni el ruido en las redes sociales ha subido un decibelio la discusión que esta vez parece tendrá que llevarse por los cauces habituales de la política.
Las llaves
En la situación de bloqueo, los operadores de uno y otro bando sopesan tres posibles escenarios si se descarta el de la vía del Tribunal Constitucional, porque empantanaría la elección demasiado tiempo.
Las dos primeras tienen que ver con el transfugio: Un tránsfuga clásico que se quede en casa perjudicando a sus correligionarios, pero que alegue enfermedad grave, que en estos tiempos de covid no parece difícil, o bien un tránsfuga más clásico aún que vote para el bloque contrario. En esto la clave es pedir el voto secreto y en ánfora y que se conceda…
Empate Los dos bloques suman 15 votos y no parece que ninguno vaya a cambiarse de bando a estas alturas
La tercera tiene que ver con el convencimiento puro y duro de alguno de los miembros de la fracción minoritaria de la alianza, esto es, que Unidos logre convencer a uno de los dos curules de Todos, o que el MAS logre atraerse para sí a uno de los indígenas.
Nunca han sido raras las alianzas de los pueblos indígenas con el MAS en Tarija, de hecho, es lo que ha venido sucediendo, sin embargo, la tarea del legislativo inició con la sorpresiva alianza de estos con Unidos, que ofreció poco más que la Presidencia y la triplicación de la Dirección de Pueblos Indígenas, que acabó siendo una para cada pueblo. Aún así, la determinación con la que intervinieron en el pleno del viernes tanto Federico Salazar (weenhayek) como José Luis Ferreira (Tapiete), además de Nicolás Montero, hacen improbable que vayan a cambiar de opinión fácilmente.
En esas, los dos curules de Todos son los que están bajo mayor escrutinio. Por un lado Jorge Luis Sanguino, hijo político de Wilman Cardozo que pasa por ser una de las pocas autoridades chaqueñas que no acabaron entregados al MAS en la 2010 – 2015 ni siguientes. Por el otro lado Francisco Rosas, que es un todoterreno de la política, fundador de UNIR pero enemistado actualmente con el gobernador Óscar Montes y que ya ha corrido por casi todo: su poder residía en las juntas vecinales que controlaba junto a su hermano, el hoy diputado de CC Edwin Rosas, que recientemente se ha colado en la directiva de Diputados con apoyo del MAS, y que ya controla menos. A su favor otro dato de esos que evidencian las cosas que pasan en la política local. Rosas se peleó con Montes y se fue con el alcalde Rodrigo Paz en el cisma de 2015, pero unos meses después acabó siendo el presidente del Concejo Municipal contra la voluntad de Paz con el apoyo de los concejales del MAS y de Montes. Curiosidades de la vida.
No hay nada claro en el ambiente, pero difícilmente los asambleístas podrán regalar otra sesión como la del viernes, donde por 15 horas debatieron sobre el sentido del voto blanco y la interpretación de “mayoría”. Difícilmente, pero no imposible.
La Asamblea y sus temas pendientes
Durante la gestión 2021 – 2022 ha habido sintonía entre el ejecutivo y el legislativo, lo que ha servido para trabajar más distendidamente e incluso eliminar algunas amenazas de las que dependían de la Asamblea, como el débito automático dentro de la Ley del 1 por ciento, que hay que renovar en esta gestión, sin embargo, tampoco se avanzó en la abrogación de otras 100 leyes que el ejecutivo había solicitado.
En el largo plazo hay otros asuntos sensibles que deben ser abordados, como la Ley Electoral, el Pacto Fiscal y la reforma del Estatuto, además de otras batallas ordinarias, como la de Margarita o la del Censo, que igualmente deberán de librarse desde la Asamblea.