Medio: ANF
Fecha de la publicación: sábado 30 de abril de 2022
Categoría: Autonomías
Subcategoría: Autonomía Indígena
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Tres organizaciones de guaraníes se pronunciaron sobre la sequía en esa zona y piden al Gobierno dar solución estructural
La Paz, 30 de abril (ANF).- La Asamblea del Pueblo Guaraní (APG), el Consejo Continental de la Nación Guaraní y la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (Cidob) denunciaron que su territorio en el Chaco está enfrentando un desastre natural como consecuencia de la sequía y demandaron al Gobierno nacional una ley de agua para resolver esa crisis.
“La Nación Guaraní de Bolivia declara su territorio desastre natural y emergencia nacional por la pérdida de su cosecha de maíz, base fundamental para su alimentación y subsistencia”, señala un mensaje compartido por las tres organizaciones y enviado a la ANF.
La presidenta de la APG, Modesta Santisteban; el presidente del Consejo Continental de la Nación Guaraní, Javier Cruz Butrón y el presidente de la Cidob, Faustino Flores, se pronunciaron sobre la situación de desesperación que vive la población indígena en la región chaqueña por la falta de agua.
Manifestaron que es necesario resolver el problema de forma “estructural” porque se trata de la supervivencia de sus habitantes, por esa razón, demandaron al Gobierno nacional que impulse un proyecto de ley del agua para dar fin con esta crisis.
“No es posible que grandes transnacionales petroleras gasíferas provenientes de grandes naciones, estén explotando el gas en sus territorios, y hagan de la vista ciega y oídos sordos, Repsol de España, total de Francia, BG del Reino Unido, China Estados Unidos, Petrobras del Brasil”, entre otras, sostienen en el mensaje.
Asimismo, demandaron un “plan de emergencia” para paliar el hambre de los niños, niñas y de las familias. “Las letras no entran cuando se tiene hambre”, señalaron, al referirse a las consecuencias que genera la pérdida de cultivos, por lo tanto la falta de alimentos para la subsistencia.
Lamentaron que para los guaraníes el 1° de mayo no es una jornada de celebración sino de desesperación por la sequía en toda esa región.
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