Medio: Opinión
Fecha de la publicación: martes 17 de julio de 2018
Categoría: Debate sobre las democracias
Subcategoría: Repostulación presidencial / 21F
Dirección Web: Visitar Sitio Web
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En el afán de orientar
a sus bases, dirigentes yungueños recurrieron a profesionales para que
expliquen los antecedentes socio-históricos, estado de situación y
perspectivas de la hoja de coca en el contexto del actual Gobierno y su
Ley. En esta labor tuve el honor de compartir testera, en diferentes
momentos, con varias personalidades. La entrada que rompió el cerco
yungueño fue a Coripata, a la comunidad Coscoma, abril 2017. Willian
Bascopé y mi persona fuimos invitados por los dirigentes a la cabeza de
don Benito
Mamani. Por ser primera vez, nuestra entrada fue acompañada de varias
medidas de seguridad, pues los anfitriones nos informaron que los
masistas les habían amenazado con: “esos no van a venir; si vienen no
van a llegar, si llegan no van a dormir aquí y no va haber ningún
seminario”. Y es que hasta entonces, los Yungas era territorio azulado
por donde lo vieras: en las elecciones municipales las votaciones a
favor del MAS no bajaban de 70 por ciento y en las nacionales
superaban el 80 por ciento de apoyo.
“Eso era antes”, nos decía don Benito,
“los Yungas ya no son del MAS desde el 21F y porque estos están matando
nuestra vida, nuestra hoja de coca igualándola con la coca ilegal del Chapare”.
Además, continuaba, “no hacen nada por el pueblo. Les hemos dado todo
nuestro apoyo y nos han devuelto palo y desprecio. Ustedes no teman,
las bases van estar en el seminario”, aseguraba con sus sesentones ojos
de esperanza y endurecidos en las luchas sociales. Entramos con el
doctor Bascopé en horarios y rutas diferenciadas, además, con protección
de comunarios de Coscoma. Nos alojaron en una casa alejada.
Coscoma
abrió la senda y después Adepcoca siguió la ruta. De esa manera, a
pedido de sus bases, visitamos todos los municipios y centrales
afiliadas a Adepcoca. Los masistas no pudieron detener la voluntad de
las comunidades. En su segunda etapa, las bases ya no solo quieren
preparase para la denuncia y la resistencia, sino también en temas de
liderazgo.
Así, al Ch’uteador le molesta que en Yungas está
emergiendo una nueva generación de dirigentes dispuestos a defender la
CPE, la democracia, su voto y sus derechos.