Medio: ANF
Fecha de la publicación: miércoles 30 de marzo de 2022
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El tráfico de tierras y la violencia que genera en las regiones de Bolivia y mayormente en el oriente, es un tema que permanece en la agenda de pueblos, autoridades y organizaciones. Constantemente se conocen denuncias de indígenas que reciben amenazas y ataques por dar a conocer este hecho irregular en sus territorios, uno de ellos es Osvin Abiyuna, exdirigente de la comunidad San Pablito de la región de Guarayos.
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Osvin Abiyuma fue cacique de su comunidad y su rol más importante se produjo cuando fungió como presidente del Tribunal Disciplinario de la Nación Indígena Guaraya entre 2006 y 2009. Investigó y denunció varios casos de irregularidades respecto a las transferencias de derechos de tierras o conciliaciones irregulares y fue víctima de amenazas, acoso y agresiones.
Presentación del libro de la Fundación Tierra
La Paz, 29 de marzo (ANF).- El tráfico de tierras y la violencia que genera en las regiones de Bolivia y mayormente en el oriente, es un tema que permanece en la agenda de pueblos, autoridades y organizaciones. Constantemente se conocen denuncias de indígenas que reciben amenazas y ataques por dar a conocer este hecho irregular en sus territorios, uno de ellos es Osvin Abiyuna, exdirigente de la comunidad San Pablito de la región de Guarayos,
“A mi han querido quitarme la vida. Me golpearon, me tumbaron e hicieron lo que quisieron. No supe si estuve abajo o no (…). Un joven me hizo levantar. Fui al hospital donde nunca me atendieron. Ningún doctor me atendió ni me colocaron nada (…). Yo estaba botando sangre por la boca toda la noche. Se entraron al hospital y me dijeron usted tiene que morir”, relató el exdirigente guarayo.
Este testimonio forma parte del libro “Territorios indígenas enajenados. El furtivo mercado de tierras de la TCO Guarayos”, una investigación realizada por Gonzalo Colque y Alcides Vadillo, de la Fundación Tierra.
Y es que Abiyuma fue cacique de su comunidad y su rol más importante se produjo cuando fungió como presidente del Tribunal Disciplinario de la Nación Indígena Guaraya entre 2006 y 2009. En esa función investigó y denunció varios casos de irregularidades respecto a las transferencias de derechos de tierras o conciliaciones irregulares, denuncias que fueron recogidas por la Defensoría del Pueblo. Debido a esta responsabilidad fue víctima de amenazas, acoso y agresiones.
La TCO Guarayos abarca una extensión de 1.343.647 hectáreas legalmente tituladas y es la propiedad colectiva más grande de las tierras bajas. El área en cuestión está conformada por una zona que tiene continuidad territorial y otros 30 espacios discontinuos o fragmentados que están dispersos a lo largo y ancho de la provincia Guarayos.
En su intervención, Abiyuna recordó cómo fue el proceso que vivieron los guarayos para que su derecho a la tierra se consolide con la titulación de su territorio, y lamentó los problemas que se siguen produciendo en su región debido a la transferencia de tierras. “Yo soy celoso del desmonte ilegal, la madera la tenemos que aprovechar porque no va a alcanzar la tierra de aquí a unos 20 años, y se va a llenar de gente. Debemos levantarnos, reclamar y hacer cumplir la ley”, sostuvo Abiyuna.
Este texto de Colque y Vadillo, analiza las dinámicas de trasferencia de derechos de propiedad a otros actores dentro de territorios indígenas, específicamente en esa TCO Guarayos del departamento de Santa Cruz.
Este documento detalla a profundidad los procesos de expropiación de tierras que en general y desde un concepto amplio, abarcador y flexible, puede entenderse como “compra y venta de tierras, donde los principales protagonistas son las dirigencias indígenas y los ‘terceros’ empresarios agroindustriales, campesinos, colonizadores interculturales y menonitas”.
El director de la Fundación Tierra, Juan Pablo Chumacero, explicó que Guarayos fue el área elegida para la investigación porque es una región que se encuentra entre Santa Cruz y Trinidad, el área de expansión de la frontera agrícola para producir cultivos ligados al modelo agroexportador y extractivista.
“Es un tema que hay que tratarlo con cuidado, pero hay que discutirlo. Nuestra esperanza es que el documento pueda servir al pueblo guarayo que se halla preocupado por detener el tráfico de tierras y el saqueo de su territorio. Esperamos que este documento pueda ser útil para encarar situaciones similares en otras partes del país”, manifestó Chumacero.
//ANF