Medio: ANF
Fecha de la publicación: sábado 26 de marzo de 2022
Categoría: Organizaciones Políticas
Subcategoría: Democracia interna y divergencias
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El MAS y algunas organizaciones sociales pidieron la renuncia o destitución de Bobaryn, Villca y Ponche, mientras que a Cuellar lo expulsaron.

La Paz, 27 de marzo (ANF).- Al menos seis autoridades nacionales del Ejecutivo y Legislativo que fueron criticadas por el expresidente Evo Morales y el Movimiento al Socialismo (MAS) e incluso se pidió su renuncia o destitución, por criticar su liderazgo y el de la dirección nacional, continúan en sus cargos en el Gobierno de Luis Arce.
Las autoridades que son parte de la estructura del Órgano Ejecutivo criticaron a Morales, a su entorno que lo acompañó durante su gobierno; enarbolan la “renovación” como elemento esencial y critican a la dirección nacional “obsoleta” del partido azul.
En el Órgano Ejecutivo están el viceministro de Justicia, César Siles; el viceministro de Coordinación y Gestión Gubernamental, Freddy Bobaryn; el viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, Juan Villca y la directora de la Madre Tierra, Angélica Ponce.
Mientras que, en la Asamblea Legislativa Plurinacional, de manera visible, está el diputado Rolando Enríquez Cuellar, expulsado del MAS por criticar a la dirección nacional de su partido y el liderazgo de Morales.
Viceministro Villca sugirió sacar a Evo de la presidencia del MAS
Un audio del viceministro Villca, filtrado el 28 de abril de 2021, puso en evidencia una corriente al interior del Gobierno contraria al expresidente Morales y a sus leales colaboradores. La autoridad dependiente del Ministerio de la Presidencia postulaba la idea de un congreso nacional para renovar la dirección nacional del MAS.
“Yo pienso que tendríamos que hacer de urgencia un congreso político departamental (del MAS) y obligar después a que se haga un congreso político nacional y ahí tener una línea, tener una línea de recuperar el instrumento (Político por la Soberanía de los Pueblos) para nosotros, para nosotros, donde ya no sea más el presidente (del MAS), el Evo”, se le escuchaba en el audio.
Villca también planteó una reunión de las provincias “revolucionarias” para evitar la destrucción del partido gobernante. “Sabes que nos reuniremos pues todas las provincias así revolucionarias, combativas, definiremos más allá de la elección, más allá de esta huevada nos estamos yendo al precipicio, nos estamos destrozando entre nosotros”.
A casi un año de esta posición la autoridad continúa ejerciendo las funciones de viceministro, en enero algunas organizaciones sociales pidieron su cambio. le atribuyeron estar alentando la división al interior de los movimiento sociales afines al MAS.
Viceministro Bobaryn puso en la mira al “jefazo” y al “jefismo”
La posición del viceministro de Coordinación y Gestión Gubernamental, Freddy Bobaryn, expresada en un artículo de opinión titulado ‘El síndrome de hubris y la lucha por el poder’, de enero de 2022, reafirmó esa línea crítica a la administración de Morales.
“El jefismo rompió el techo de cristal cuando atribuyó a las organizaciones sociales la obstinación de forzar una candidatura a la presidencia, por cuarta vez. Porque fue una situación que contribuyó a crear un rechazo -no menos apasionado- de una sociedad ya estupefacta ante una narrativa que justificaba la vulneración de Derechos Humanos”, manifestó en el escrito.
Hizo referencia a la “soberbia de quienes profesaban verdades absolutas nubló la posibilidad de generar espacios de autocrítica, reflexión y reconducción del Proceso de Cambio”. Lo que provocó “rupturas y desalineamientos que llegaron de la mano de la desmoralización de la militancia y de las organizaciones sociales, a quienes no se dudó de acusar de ‘traición’, cuando estas planteaban el mínimo cuestionamiento”.
Lanzó varios elementos referidos al accionar del gobierno que estuvo al frente del Estado durante casi 14 años. Dijo que los que intentaron reflexionar sobre las malas decisiones que se asumieron fueron “purgados y acusados de libre-pensantes. La soberbia de quienes, en su momento, tenían el control del Estado, impuso un pensamiento único de corte arbitrario, que derivó en una autoafirmación en el error”.
Aludió a la acción de dirigentes, “como los que continúan atacando a David Choquehuanca, que no comprenden que el Proceso de Cambio no es la particularidad de una organización electoralista. Sino más bien, es el ineludible transitar de una acumulación histórica, de luchas, victorias y derrotas, que encuentra sentido y coherencia a través de nuestra espiritualidad, contenida en la filosofía del Vivir Bien”.
Tras esta reflexión, salió al frente el diputado Héctor Arce de su mismo partido político y lo llamó “malagradecido” y sugirió que renuncie por criticar al presidente del MAS. “Compañero (Freddy) Bobaryn es usted un mal agradecido que no reconoce, que no valora lo que en esencia implicó en su verdadera dimensión el proceso revolucionario que vive el país”.
Foto: Los Tiempos
En las elecciones de 2019, Morales iba en busca de su cuarto mandato a la presidencia, alentado en ese entonces por todo su entorno a la cabeza del exvicepresidente Álvaro García Linera, bajo el argumento que era el único líder y el único que podía mantener la unidad del MAS.
Su candidatura estuvo empañada por dos antecedentes que desgastaron su imagen, el incumplimiento del referéndum del 21 de febrero de 2016, cuando la población votó en contra de modificar la Constitución para habilitar a Morales y García Linera para otro mandato.
El otro antecedente, es que, a pesar de haber perdido en el referéndum, acudieron al Tribunal Constitucional Plurinacional para que esta instancia avale la “repostulación indefinida”, usando el artículo 23 de la Convención Americana de Derechos Humanos para interpretar que era un “derecho humano” la reelección.
El año pasado, la Corte Interamericana de Derechos Humanos estableció que la reelección presidencial indefinida no es un derecho humano, figura a la que los legisladores del MAS y el Gobierno apelaron para postular a su líder a su tercera reelección en octubre de 2019.
Evo acusa a Siles de ser el autor de su inhabilitación el 2020
En el mes de febrero, el expresidente Morales acusó al viceministro de Justicia, César Siles, de haber gestionado la liberación de Gabriela Zapata, su expareja sentimental, el mismo día que la marcha que lideró en defensa del Gobierno de Luis Arce llegó a La Paz; asimismo de ser uno de los autores de su inhabilitación a senador el 2020.
Morales lanzó la queja pública dirigida al presidente de Bolivia, Luis Are, en un acto en el Chapare por los 31 años de la Coordinadora de las Seis Federaciones del Trópico de Cochabamba. Morales pretendía ser candidato a primer senador por Cochabamba, cuando todavía se encontraba en Argentina como asilado.
“Hermano Lucho, tengo que quejarme públicamente, no es posible que un viceministro de Justicia se sume a las demandas de (Arturo) Murillo y (Oscar) Ortiz. No puedo entender”, sostuvo. Añadió que esa autoridad “había gestionado para inhabilitarme como candidato a senador”, en relación a las elecciones de 2020.
También acusó que “Ese viceministro ha liberado el día 29 de noviembre (cuando) llegamos (con) la marcha a La Paz a la gente que estaba detenida y que nos hizo tanto daño. No puedo entender”, manifestó el exmandatario.
El viceministro Siles se mantiene en sus funciones en el Ministerio de Justicia, su perfil y su currículum se puede ver en el portal de dicha cartera de Estado.
Foto: Ministerio de Justicia
La exautoridad fue inhabilitada por el Tribunal Supremo Electoral, el tema ha vuelto a tener relevancia después que el Tribunal Constitucional Plurinacional recientemente hizo conocer un fallo que declara que los derechos de Morales fueron vulnerados y dispone que se realice un resarcimiento por los daños causados, lo que ha generado una corriente de crítica al TCP.
Angélica Ponce dijo que Morales ejercía acoso político en el MAS
Otra de las voces críticas es la de la secretaria Ejecutiva de la Confederación Sindical de Mujeres Interculturales de Bolivia, Angélica Ponce, que la pasada semana denunció que el líder del MAS, Evo Morales, ejercía acoso político y anuló la participación de sus afiliadas dentro del partido; y que lo hizo cuando fue presidente de Bolivia, al excluirlas del Pacto de Unidad y de cargos públicos.
También dijo que el exmandatario sometió al partido azul a una “dictadura sindical”, y cuestionó la falta de renovación en la dirección nacional del partido gobernante, el que mantendría hace siete años a los mismos dirigentes.
Días después de lanzar estas declaraciones, una facción de su organización en Cochabamba, informó sobre la expulsión de la ejecutiva de las interculturales Angélica Ponce por criticar a Evo Morales e incitar a la división. Asimismo, pidieron su destitución de la dirección de la Autoridad Plurinacional de la Madre Tierra, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente y Agua.
Foto: apcbolivia.org
Su compañero de partido, el diputado Héctor Arce la acusó de ser una malagradecida y de pretender desprestigiar y desgastar la imagen de la dirección nacional y del expresidente Morales. “Entonces no mienta, no utilice mentiras, acusaciones temerarias para desgastar la imagen de una persona, (Evo Morales). No sé en qué condición está, hoy usted es autoridad”.
Sin embargo, Ponce declaró que goza de la confianza del presidente del Estado, Luis Arce. “Recibí el apoyo, es muy importante, es importante tener el contacto constante con las autoridades. He tenido reuniones, me he reunido con ellos, tengo todo el respaldo del presidente y vicepresidente”, aseguró a la ANF.
Un ministro criticado por Morales
En diciembre pasado, el expresidente de Bolivia criticó a un ministro de Luis Arce, aunque prefirió no identificarlo dijo que discrepaba sobre su forma de pensar, en relación a las motivaciones de la población para dar nuevamente su apoyo al MAS en los comicios de 2020.
“No entiendo alguna lectura política, no era Lucho (Arce), algún ministro decía que el pueblo ha votado por tres cosas (…). No voy a levantar el nombre del ministro. Votó dice: para mejorar la salud, economía y justicia”, afirmó en ese tiempo el exmandatario.
Cuestionó que la autoridad –además- afirme que la economía, la justicia y la salud estén bien. “Eso ya no puedo creer”, sostuvo, al señalar que la población el 2020 votó por la revolución democrática y cultural y por las trasformaciones en el país y no solo por esos tres temas mencionados por el ministro.
“Que yo sepa, el pueblo ha votado para que siga la revolución democrática y cultural, el pueblo ha vuelto a votar gracias por los 14 años”, sostuvo Morales frente a una masiva presencia de dirigentes de la Coordinadora de las Seis Federaciones del Trópico. NO se supo a qué ministro se refería.
Rolando Enríquez Cuellar se estrella contra la “vieja rosca”
El diputado suplente Rolando Enríquez Cuellar es el rostro visible en la Asamblea Legislativa Plurinacional de la línea crítica a las exautoridades gubernamentales, de manera frontal ha pedido la “renovación” de los líderes al interior del oficialismo.
Ha calificado de “obsoleta” la dirección nacional del MAS, ha ido más allá y de manera sistemática ha cuestionado el liderazgo de Morales, incluso dijo que el cambio debe alcanzar al líder del oficialismo.
Desde su condición de legislador ha iniciado acciones de fiscalización, por ejemplo, en contra del dirigente de la Central Obrera Departamental de Santa Cruz, Rolando Borda, quien trabaja en Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, pero está declarado en comisión.
Cuellar acusó a Borda de nepotismo, el dirigente en declaraciones a un medio cruceño admitió que tiene familiares trabajando en la misma empresa petrolera estatal. Asimismo, ha cuestionado la cantidad de trabajadores declarados en comisión y los sueldos que perciben.
En pasados días, el Tribunal de Ética del MAS resolvió expulsarlo con ignominia de sus filas, asimismo, gestiona ante el Tribunal Supremo Electoral quitarle el curul de diputado, bajo el argumento que incurrió en transfugio, figura que está penada en la Ley de Organizaciones Políticas.
Cuellar responsabilizó a una “vieja rosca” de buscar sacarlo del Parlamento, señaló específicamente al exvicepresidente, Álvaro García Linera; al exministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana y al exministro de Gobierno, Carlos Romero.
Sin embargo, el legislador no está vetado por el Ejecutivo, es así que asistió a una reunión de la bancada del MAS con el presidente Arce y el vicepresidente David Choquehuanca en Palacio de Gobierno.
Es más como “prueba” de la buena relación que tiene con el mandatario se sacó una foto, donde ambos, Arce y Cuellar están sonrientes. Según el legislador recibió la confianza del jefe de Estado, además de reconocerlo como diputado.
El ministro Del Castillo en la cuerda floja
Las organizaciones del Pacto de Unidad y la Coordinadora de las seis Federaciones del Trópico de Cochabamba pidieron al mandatario que destituya en enero a un par de ministros de Estado, entre ellos al de Gobierno, Eduardo Del Castillo.
Morales en una rueda de prensa hizo conocer la postura de los productores de coca del Chapare, no solo sugirió cambios, sino recomendó al presidente que apunte a un gabinete más político que técnico.
Arce asistió a dos reuniones con el Pacto de Unidad para calmar las aguas que apuntaban a una crisis de gabinete, sin embargo, el presidente y vicepresidente pusieron paños fríos. Ninguno de su entorno de confianza fue removido.
Cuando Del Castillo intentaba hacer buena letra con las organizaciones y emprendió una estrategia de relacionamiento a través de reuniones con dirigentes y organizaciones, en pasados días volvió a estar en el ojo de la tormenta, luego que acusara a dirigentes y diputados de los Yungas de enriquecerse o embolsillarse con la producción de coca.
La Coordinadora de las seis Federaciones del Trópico de Cochabamba a la cabeza de su presidente, Evo Morales, mediante un voto resolutivo exigió al ministro presentar pruebas, amenazó con movilizaciones y lo acusaron de usar su cargo para generar división como si fuera un operador político de la derecha.
“Exigimos que en el plazo de 24 horas presente pruebas de sus temerarias acusaciones contra dirigentes, diputados y asambleístas que supuestamente se benefician del negocio de la coca con cuatro, cinco, seis y hasta ocho hectáreas de coca. Si es ministro de Gobierno suponemos que habla con información en la mano, ojalá no tengamos que esperar que pida informe de la DEA”, decía un punto de su resolución.
El ministro se disculpó, afirmó que no se refería a los productores de coca del Chapare, sino a un diputado de los Yungas “vinculado a la oposición”, sin embargo, esta declaración también quedó en entredicho cuando el diputado José Manuel Ormachea (CC) precisó que la oposición no tiene diputados en la región Yungueña.
Las disculpas del titular de Gobierno no fueron suficientes, la bancada lo convocó a una reunión para que explique y pruebe sus acusaciones, pero sus argumentos tampoco fueron satisfactorios, por lo que la bancada oficialista resolvió interpelarlo, pero no por ese asunto, sino por un tema de seguridad ciudadana.
Es primera vez que el MAS interpelará a un ministro porque no ha satisfizo sus expectativas sobre un tema, una relación poco usual entre el Ejecutivo y Legislativo. El oficialismo ha dicho que la Asamblea Legislativa resolverá si es o no censurado, aunque si ese fuera el objetivo del MAS, requiere dos tercios para hacerlo.
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