Sin embargo, quienes protestan deberían ponerse algunos límites, como el de respetar los actos cívicos, por considerar que a los mismos acuden los ciudadanos con todo el fervor, más allá de sus inclinaciones o apoyo a la gestión de Gobierno.
Es necesario respetar esas expresiones de civismo de la población y no contaminarla con acciones políticas. Se necesita madurez de nuestros actores políticos, siendo esos espacios la mejor forma de expresarlos. 
Se necesita respeto a todas las personas, más allá de lograr adeptos o rechiflas. Es importante entender que no todos los escenarios son aptos para hacer política y allí se debe entender que jamás lo será.
Existen suficientes actividades políticas para expresar los desacuerdos y con seguridad que lo seguirán haciendo hasta lograr los resultados esperados. Sin embargo, insistimos, se necesita respetar los espacios de regocijo cívico, donde todos deben expresar su respeto a determinado evento histórico, aquella que no debe contaminarse con las peleas electorales que de a poco se van imponiendo en todas las actividades del país.