“El Gobierno ratifica su indeclinable compromiso con las luchas populares que en el caso de la resistencia anti-dictatorial contra ese golpe del Estado y las dictaduras militares posteriores, vino el 10 de octubre de 1982 cuando se reconquista de la democracia”, declaró el ministro Alfredo Rada.

La autoridad rechazó el argumento de algunos colectivos en sentido que la democracia boliviana está en peligro, porque ahora ya no se producen golpes de Estado, no hay toques de queda y porque las Fuerzas Armadas tienen otro rol en el país.

“Las cosas han cambiado, hoy vivimos una democracia que es ejemplar para el continente, un momento de estabilidad política, social y económica que son también referenciales para nuestro continente”, manifestó.

Dijo que el gobierno a través de una ley ha conformado la Comisión de Verdad que tiene la misión de esclarecer  todos los detalles de lo que fue el golpe militar del 17 de julio y otros aspectos como el descubrimiento de los restos de Marcelo Quiroga Santa Cruz.

“BOLIVIA DIJO NO”

Entre tanto, los colectivos ciudadanos  presentaron un memorial ante el Tribunal  Supremo Electoral (TSE) exigiendo que el Órgano Electoral se pronuncie sobre la intención del  MAS en desconocer el referendo del 21 de febrero de 2016.

Arengando “Bolivia dijo no”, depositaron en ventanilla de Secretaría de Cámara una carta y un memorial. Los colectivos esperan una respuesta para ver qué acciones asumirán más adelante.

El rector de la UMSA Waldo Albarracín y un activista del 21F manifestó que los colectivos representan el criterio de la mayor parte de los bolivianos y advirtió que un referendo al tener un rango constitucional, no puede ser desconocido tan fácilmente.

Indicó que el mismo gobierno ha promovido con  su mayoría parlamentaria el referendo y que ahora intenta desconocer. “No se puede someter la voluntad de todo un pueblo al interés particular de dos personas aprovechando la vocación corrupta de seis tipos, delincuentes,  que no puede estar por encima del pueblo”, señaló.

Albarracín sostuvo que el Órgano Electoral tiene la obligación de hacer respetar su propio informe y recordó que en la historia electoral hubo dos hitos: “la banda de los cuatro, la famosa banda de delincuentes que manipulaban votos y la otra, la Corte digna  encabezada por Huáscar  Cajías, conformada por notables”.

Con estos antecedentes, dijo que los actuales vocales del TSE están frente a dos opciones: pasar a la historia como delincuentes igual que la “banda de los cuatro”, inhabilitarse civilmente porque nadie los va a aceptar en la sociedad,  o pasar a la historia como héroes y ciudadanos dignos con convicción democrática haciendo cumplir estrictamente del referendo”.