El Movimiento Al Socialismo (MAS) no le perdona sus declaraciones al ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, en las que hace referencia a dirigentes y diputados de su partido que se “llenan los bolsillos” con la producción de coca, y pone en la mira a la ejecutiva de las mujeres Interculturales de Bolivia, Angélica Ponce, quien dice no tener miedo de una posible expulsión y denuncia la existencia de una ‘mafia’.

A la cabeza de Evo Morales, la Coordinadora de las Seis Federaciones del Trópico dio un plazo de 24 horas a Del Castillo para que presente pruebas de sus dichos. Además, comparó a la autoridad con los exministros Arturo Murillo y Carlos Sánchez Berzaín.

En un pronunciamiento, acusaron a la autoridad de Gobierno de usar el cargo para provocar división al interior del MAS y mentir como si fuera operador político de la derecha.

Señalaron que la actitud del Ministro de pedir informes a la DEA “demuestra que no tiene dignidad ni identidad y tampoco ejerce su función de velar por la seguridad interna de nuestro país”.

Mediante redes sociales, Del Castillo se disculpó y negó cualquier tipo de coordinación con el organismo de EEUU. Señaló que la denuncia es contra un diputado de la zona de los Yungas, de quien señaló que es “cercano a grupos radicales de oposición y que estaría involucrado en actos irregulares en la comercialización de la hoja de coca”.

Anunció que presentará una denuncia ante las instancias competentes.

“Las bases de diversas centrales agrarias se manifestaron en contra de este diputado, presentando indicios o elementos de actos irregulares con carácter previo a mi intervención; en ningún momento se habló del Trópico, donde no existe la producción por hectárea”, agregó.

 Recalcó que cualquier denuncia que llegue a instancias del Ministerio de Gobierno es tratada acorde a los procedimientos enmarcados en las normas vigentes. Dijo también que no se tolerarán actos vinculados con hechos de corrupción de cualquier persona.

FRENO Por otro lado, luego de que la cúpula del MAS anunciara que todos los que observen a la dirigencia del partido y que pidan renovación correrán la misma suerte que el diputado Rolando Cuéllar (expulsión), Ponce denunció que los exministros Juan Ramón Quintana y Carlos Romero tienen la intención de frenar una corriente de renovación.

“Los exministros son el entorno que hace mal al partido, ahí está el señor Carlos Romero. Sé que son gente de acciones tomar y que tal vez atenten contra mi vida y la de mi familia. Aquí hay intereses personales muy grandes y para ellos somos pinches dirigentes, aquí hay una mafia. Romero, Juan Ramón Quintana, están detrás de todo esto”, declaró a Urgente.bo tras ratificar que hay un “ala machista” en el interior delpartido.

“No hay equidad de género. Debería ser una mujer la presidenta del MAS, hay que intercalar. No solo en papeles y en discursos de unidad”, acotó.