
El oficialismo llevó su interna al límite con el presidente del Movimiento Al Socialismo (MAS) y líder de las Seis Federaciones de Cocaleros del Trópico, Evo Morales, encabezando un fuerte cuestionamiento de aquel sector al ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, por sus afirmaciones de enriquecimiento de cocaleros y diputados.
En un comunicado, la Coordinadora de las Seis Federaciones del Chapare otorgó ayer un plazo de 24 horas a Del Castillo para que presente pruebas de sus dichos contra dirigentes de ese sector y diputados. Lo compararon con su antecesor, el ahora encarcelado en Estados Unidos Arturo Murillo, y con Carlos Sánchez Berzaín, quien ocupó ese mismo cargo pero en el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada.
“Exigimos que en el plazo de 24 horas presente pruebas de sus temerarias acusaciones contra dirigentes, diputados y asambleístas que supuestamente se benefician del negocio de la coca con cuatro, cinco, seis y hasta ocho hectáreas de coca. Si es Ministro de Gobierno suponemos que habla con información en la mano, ojalá no tengamos que esperar que pida informe de la DEA”, dice el primer punto de su resolución.
Asimismo, la coordinadora de los productores de coca del Chapare resolvió que “si (el ministro) no presenta pruebas las Seis Federaciones del Trópico de Cochabamba nos declaramos en estado de emergencia sin descartar movilizaciones”.
También acusaron al ministro de Luis Arce de utilizar su cargo para provocar división en el MAS a través de acusaciones y mentiras como “si fuera operador político de la derecha y lo más grave perseguir a los militantes y dirigentes del instrumento”. Señalaron que él “no tiene dignidad ni identidad” por haber anunciado que pediría información a la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés). “En los hechos, Eduardo Del Castillo nos dijo que está sometido a la DEA”, agregaron.