La fractura en el Movimiento Al Socialismo (MAS) se profundiza con la expulsión del diputado Rolando Cuéllar, a quien buscan quitar el curul; y con las denuncias de que Evo Morales supuestamente impone una “dictadura sindical” dentro de ese partido.
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Ese frente apartó al diputado Cuéllar por supuestamente incurrir en transfugio. La líder de las Interculturales dice que Morales impone una dictadura sindical.
La fractura en el Movimiento Al Socialismo (MAS) se profundiza con la expulsión del diputado Rolando Cuéllar, a quien buscan quitar el curul; y con las denuncias de que Evo Morales supuestamente impone una “dictadura sindical” dentro de ese partido.
El tribunal de disciplina y ética de esa organización política comunicó la pasada jornada la decisión de apartar de las filas del MAS a Cuéllar, por supuestamente cometer transfugio político al cuestionar a la directiva que preside el expresidente Morales.
“Hemos cumplido con todos los procedimientos y por tanto la decisión de la dirección nacional es una decisión acertada de que Rolando Cuéllar va a ser alejado de las filas del MAS, con ignominia sin derecho a la militancia ni a la representación”, informó Feliciano Vegamonte, presidente del Tribunal de Disciplina y Ética del MAS.
Rolando Cuéllar, diputado que fue expulsado del MAS. / Foto: Facebook de Rolando Cuéllar
El dirigente explicó que fundamentan esa decisión en el inciso “c” del artículo 38 de la Ley de Organizaciones Políticas, que establece que el representante que ocupa cargos electivos en órganos de deliberación incurrirá en transfugio cuando “asuma de forma pública una posición política contraria a la declaración de principios, la plataforma programática y/o al programa de gobierno de la organización política que la o lo postuló”.
Vegamonte aseguró que, en este caso, Cuéllar “cuestiona, desprestigia al MAS, y por tanto es una declaración contraria a los principios del MAS”.
En el documento de resolución se exige al Tribunal Supremo Electoral que dé una respuesta.
Cuéllar no se pronunció ante los medios, pero sí emitió una serie de mensajes en sus redes en los que señala: “Si nosotros no respetamos la democracia del instrumento político y la democracia de un país, eres pues un dictador”. El legislador agregó que no claudicará, que seguirá fiscalizando y que la renovación en el MAS “es irreversible”.
Angélica Ponce, máxima dirigente de las Interculturales, manifestó que le duele que Morales imponga una “dictadura sindical” dentro del MAS y que empiece a “desconocer” a quienes fueron leales y luchan contra la corrupción.
“Me duele mucho que el hermano Evo esté haciendo la dictadura sindical dentro del instrumento político por la soberanía de los pueblos”, aseguró.
La dirigente -en declaraciones a De Frente- recomendó a Morales que expulse a quienes le traicionaron durante el “golpe de Estado”. “Delito es que los dirigentes crezcan, delito es que los dirigentes que no son llunkus empiecen a decir las cosas como son. Bueno, ya nos sacan de camino, ahí está la muestra del compañero Cuéllar”, indicó.
Elena Almendras, dirigente de las Interculturales de Chimoré (Cochabamaba), rechazó esos criterios y señaló que “para ellos, (Morales) es un dictador, pero para nosotros no”. “Ellos son buscapegas. Cuando a uno no les lleva a un cargo, así saltan ellos, dicen que es dictador cualquier cosa”, aseguró.
El diputado Héctor Arce sostuvo que Cuéllar en los últimos meses “ha iniciado una actividad de desprestigio” contra los dirigentes y Morales. El oficialista agregó que su colega “no tiene la experiencia, la conducta, la formación política ideológica”.
William Tórrez, senador del MAS, manifestó que el diputado Cuéllar es “un hombre que ha luchado a lo largo de su vida, en defensa de los derechos, de las garantías de los diferentes sectores”.
Agregó que se debe ver si en el proceso de expulsión se cumplieron los pasos procedimentales para asumir una decisión de ese tipo. “Si no se han tomado, por supuesto, nosotros como legisladores lo primero que vamos a hacer es preguntar por qué se están vulnerando derechos”, sostuvo el legislador oficialista.
