Las amenazas contra los ciudadanos que decidieron promoveré el voto nulo tal vez hayan obligado a actuar con mayor discreción, pero no ha frenado las ansias de justicia, legalidad y respeto, ni han disminuido las críticas y repudio a un sistema judicial comprometido con la ilegalidad. Tampoco amedrentaron a la Iglesia Católica que demandó a los ciudadanos acudir a las urnas y votar de acuerdo a su conciencia. Organizaciones sociales, instituciones cívicas, defensores de la democracia, activistas de los derechos humanos se han pronunciado en defensa del derecho de los ciudadanos a votar nulo. Inclusive los políticos de la oposición, tan propensos al individualismo y reacios a la posibilidad de unir criterios, esta vez se pusieron de acuerdo para votar nulo y llamaron al pueblo a hacer escuchar su protesta.

Evidentemente, los expresidentes Carlos Mesa y Jorge Quiroga, así como el exvicepresidente Víctor Hugo Cárdenas; el gobernador de Santa Cruz, Rubén Costas y el jefe de Unidad Nacional, Samuel Doria Medina, anunciaron que votarán nulo en las elecciones judiciales del 3 de diciembre. Emitieron un comunicado inicialmente difundido en redes sociales y que encontró repercusión en muchos medios de comunicación.

"Convocamos al pueblo boliviano a hacerse escuchar", titula el pronunciamiento y explica las razones por las que decidieron votar nulo, señalando que el Gobierno y la mayoría oficialista en la Asamblea Legislativa "no ofrecen otra cosa que seis años más de administración de Justicia que repita los vicios y problemas que han destruido nuestro sistema judicial".

Existe una coincidencia en el rechazo tanto a la forma como el gobierno procedió con esta segunda elección judicial, haciendo que solamente el partido oficialista defina todo el proceso. A ello se suman los intentos por fracturar la Constitución Política del Estado, desconocer el resultado de referendo en el que el pueblo en las urnas dijo No a las reelecciones fuera del marco legal, y todos estos extremos han unido a diversas tendencias. Sin duda, dentro de este coctel de críticas al gobierno desemboca en las muestras evidentes de descontrol que han dejado arcas abiertas a la corrupción, y a la impunidad mediante un sistema judicial que ha sido criticado hasta por el propio gobierno en términos más duros que los expresados por la oposición.

Son muchos los factores que han coincidido para que la ciudadanía se forme una opinión clara sobre la justicia y las acciones del Gobierno dirigidas a mantener un estado de situación inaceptable. La ciudadanía ha elegido, para vivir, un proceso democrático que pese a sus deficiencias, busca la defensa los derechos y libertades de la gente. Y ese es un convencimiento muy firme. Y en esa línea, el ciudadano tiene el derecho de que su voto sea reconocido como válido, nulo o blanco.