- EJU TV - Grover García anuncia que trabajará por sumar y unificar el MAS
- La Razón - Con nueva jefatura y sin reconciliación, el MAS va camino a la escisión
- EJU TV - Con una ‘wajta’ y la presencia de Arce, el MAS «renovador» celebra su cambio de directiva
- ERBOL - Patzi afirma que por el momento es el candidato presidencial del MTS y se abre a hacer binomio con Andrónico
- ERBOL - El Presidente y el ‘arcismo’ celebran con ofrenda a la Pachamana haber recibido la sigla del MAS
- Ahora el Pueblo - Celebran reconocimiento del TSE a Grover García como presidente del MAS con una ofrenda a la Pachamama
- Ahora el Pueblo - El MAS deja atrás el “caudillismo” de Morales con la nueva directiva reconocida por el TSE
- Urgente BO - CSUTCB prevé congreso del MAS arcista para febrero del 2025
- La Patria - Luis Arce agradece a la Pachamama tras cambio de dirigencia en el MAS-IPSP
- Correo del Sur - Magistrados de Iberoamérica expresan su “profunda preocupación” por prórroga en Bolivia
- Correo del Sur - Claure anuncia resultados de su encuesta: “Generará controversia y me colocará en el centro de disputas”
- Asuntos Centrales - Ministro Montaño: “Se terminó la era de Evo en el MAS” tras reconocimiento de nuevo líder
- Asuntos Centrales - TSE notifica y reconoce oficialmente a Grover García como presidente del MAS – IPSP
- Asuntos Centrales - Nuevo líder del oficialismo boliviano dice que Morales es “un militante más” y pide unidad
- EJU TV - Analista asegura que la mejor encuesta electoral es el debate entre los candidatos
- El Deber - Sube la tensión en el MAS tras ‘victoria legal’ arcista y hay amenazas e insultos
Medio: Página Siete
Fecha de la publicación: miércoles 16 de febrero de 2022
Categoría: Autonomías
Subcategoría: Autonomía Indígena
Dirección Web: Visitar Sitio Web
Lead
Contenido
Allá por 1995, a mis dos años, hice una travesura que mi papá ama contar. Mientras él dormía, abrí su bolsa de coca y me llené los cachetetitos con las hojas hasta el punto de atorarme. Tal picardía es fácil de entender dado que crecí viendo a ambos padres pijchar, y más entendible aún porque la cultura andina viene disfrutando esta práctica hace siglos.
Lo que no sabía a esa edad era que mientras yo apenas entendía los atributos de la coca, ella fue la mayor representante, el leitmotif, de un partido que tomaría el poder en nombre de la paridad y cosmovisión que esa hoja representaba. Desde los 90 hasta hoy hemos sido testigos de una visión lentamente transfigurada en una ironía. El partido que juró defender a la Pachamama representada en una hoja de coca, ha gobernado durante más de 15 años a la sombra de la destrucción de la Pachamama para convertir esa misma hoja de coca en cocaína para el narcotráfico. El 94% de la producción de coca en el Chapare, donde hoy vive Evo Morales, es destinada al narcotráfico según la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito (ONUDD). La ironía también yace en que el país mayor consumidor de este mercado es quien el MAS declara como enemigo: Estados Unidos.
El “tema de la coca” es algo que los bolivianos debemos entender si verdaderamente queremos cerrar el ciclo de narcotráfico que hoy vivimos. El impulso para el nacimiento del MAS como un movimiento social desde el Trópico viene, entre otros motivos, por las modificaciones de la ley 1008 y el paso fallido de “erradicaciones voluntarias” de la coca a las políticas de “coca cero”. Ante los avances tanto del Estado como de órganos extranjeros para erradicarla, la coca se convirtió nuevamente en el símbolo de los oprimidos, generando una narrativa que, hilada con las luchas mineras, daba a luz un nuevo ciclo de lo “nacional popular”.
El Trópico como punto de cultivo de coca más su función como nuevo hogar para los relocalizados de las minas fungió como centro político del MAS, y cómo no, su más hábil exponente fue Evo Morales, aún hoy presidente de las Seis Federaciones del Trópico. Comparemos el sueño de la coca como símbolo de paridad, de dignidad históricamente negada por el Estado opresor, con la realidad que el mismo MAS construyó después.
Si pudiéramos identificar, entre tantos, un momento clave en la materialización de esta transfiguración de los valores ambientales del MAS sería sin duda la represión de Chaparina a los pueblos indígenas del TIPNIS que pedían un freno a la explotación de sus territorios. Ahí es donde el MAS se muestra como un partido más en la historia de Bolivia que explota nuestros recursos naturales a merced del mercado internacional, solo que en este caso, el narcotráfico también implica la explotación y perversión de su propia identidad, la hoja de coca. La represión de Chaparina fue un síntoma externo de un proceso cancerígeno que ya se daba internamente en el MAS, como Filemón Escóbar había anunciado, y que parece estar en un proceso terminal hoy.
El mes pasado las noticias nos contaron que el jefe de policía antidrogas durante el gobierno de Morales el 2019, Maximiliano Dávila, era la cabeza de una red de narcotraficantes internacional que enviaba enormes cantidades de cocaína a USA. Dávila se suma a otras autoridades bolivianas enjuiciadas por narcotráfico, entre ellos René Sanabria, también jefe de la FELCN, Oscar Nina, excomandante policial, y Omar Rojas, ex mayor de la policía. Estas redes en tan alto nivel gubernamental sumadas al crecimiento del cultivo ilegal de coca en 6 de nuestras 22 áreas protegidas sugieren que existe una relación de poder entre el narcotráfico y el gobierno. Lo que es absolutamente cierto y recurrente son las víctimas: los bosques y los indígenas que viven en ellos. Todo aquello de lo que a lo largo del gobierno de Morales se ha jactado defender. ¿Ha sido diferente el gobierno de Arce? Pregunta para ellos.
La pregunta para mi generación es qué hacer con los valores que fueron traicionados en este proceso. La apatía puede ser un remedio temporal frente al narcotráfico creciente, pero el proceso histórico que hoy depende de nuestras acciones no debería ofuscarse frente a la ironía del MAS. Depende de nosotros entender esos valores como lo que son, independientes de proyectos de poder fallidos, retomando la defensa de la naturaleza desde lo aprendido. Entender la historia es no reproducir sus errores. Nosotros debemos ser un vehículo para la consumación de los aciertos en la protección del medio ambiente, siendo estos por ejemplo: el reconocimiento de autonomías de los territorios indígenas y por ende la consulta previa, el respeto a la intangibilidad de las áreas protegidas, entre tantas otras legislaciones de las cuales el MAS se aprovechó para esconder su ironía. La historia nos posibilita desenmascarar esa ironía con acciones concretas, pero para ello debemos soltar la apatía y asumir esta tarea como propia. La decisión de hacerlo o no, finalmente, es nuestra.
Jhannise Vaca Daza es activista de derechos humanos y no violencia, cofundadora de Ríos de Pie.