Medio: Página Siete
Fecha de la publicación: sábado 12 de febrero de 2022
Categoría: Consulta previa
Subcategoría: Consultas en materia minera
Dirección Web: Visitar Sitio Web
Lead
Contenido
Las imágenes de maquinaria pesada ingresando en el Madidi y los testimonios del amedrentamiento sufrido por los guardaparques por parte de cooperativistas mineros son alarmantes porque estamos hablando del parque nacional más biodiverso del mundo, el que debería ser protegido por todos los bolivianos.
El Gobierno ha reconocido que nueve cooperativas están al asedio del parque en busca de explotar oro en el río Tuichi, donde incluso han puesto una tranca para evitar el ingreso de los guardaparques.
Por ese motivo, el Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap) ha anunciado el inicio de procesos en contra de las cooperativas ilegales que ingresaron al Madidi que son las siguientes: Unificada Playa Rica, Santa Rosa de Apolo, Virgen del Rosario Tuichi, Real Santa Rosa, Taruzani, Mohima Apolo, Suyo Suyo, Apóstol Santiago y Fundadores de Azariamas (hay dos cooperativas con el mismo nombre).
Un documento proporcionado por el Sernap a este medio de comunicación indica que esta incursión se produjo en cinco comunidades: Azariama, Suyo Suyo, Mohima, Virgen del Rosario y Santa Rosa.
A juzgar por la violencia con la que están actuando estas cooperativas, para frenarlas no serán suficientes los guardaparques y los procesos legales iniciados por el Sernap. Las autoridades deberían tomar medidas más contundentes.
Una investigación del sitio digital La Nube, realizada a partir de datos de la Autoridad Jurisdiccional Administrativa Minera (AJAM), reveló que hasta noviembre de 2021 el 8% del Parque Madidi estaba comprometido con cerca de 140 empresas y cooperativas mineras. O sea que el Sernap se queda corto al decir que sólo son nueve.
La Federación de Cooperativas Mineras Auríferas del Norte de La Paz (Fecoman) sostiene que 25 de sus empresas que están asentadas en el Madidi tienen autorización y que otro tanto está en trámite de lograrla, lo que habla no sólo de una acción de los cooperativistas, sino de las entidades que están dando autorizaciones para ingresar a un área protegida.
Es hora de frenar esta incursión que, según datos del Sernap, habría comenzado a finales del 2020 y se habría acentuado desde los primeros días de febrero de este año.
Después ya será tarde porque el mercurio habrá contaminado los ríos, las máquinas habrán depredado el bosque y los cooperativistas habrán establecido sitios sin ley, donde la vulneración de los derechos humanos, particularmente de las mujeres, es moneda corriente.