La medida de presión está liderada por la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve) y el Comité Cívico de Achacachi.

El dirigente Roberto de La Cruz, presente en el lugar, dijo que seguirá existiendo rechazo al presidente Evo Morales y su gobierno "mientras no solucione el problema de Achacachi que pasa por la destitución del alcalde Edgar Ramos, quien lideró el saqueo del pueblo de Achacachi".

En febrero de 2017, grupos afines a la Fejuve y al alcalde entraron en confrontación violenta y el lío terminó con la quema de la casa y vehículo de Edgar Ramos, a quien acusan de corrupción, y el ingreso del funcionario a la ciudad apoyado por los ponchos rojos que terminó con el saqueo de varias casas y negocios.

Resultado del conflicto el Ministerio Público apresó a los dirigentes cívicos y de la Fejuve y las investigaciones contra el alcalde no prosperaron.

Posteriormente el conflicto se amplificó con bloqueo de caminos y la policía intervino y apresó a varios dirigentes con el argumento de que secuestraron a un dirigente Poncho Rojo.

"Inocentes fueron encarcelados por solo haber bloqueado caminos. El gobierno y la justicia en lugar de investigar y sancionar a los autores del saqueo, prefirieron defender al alcalde Ramos y a sus militantes masistas", apuntó De la Cruz.