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La convocatoria a una asamblea del pueblo indígena Yuracaré Mojeño terminó en una pelea campal entre dos grupos opositores, que defienden a sus dirigentes. Como saldo negativo del enfrentamiento, ocho personas resultaron heridas en la comunidad 31 de Octubre, ubicada en las riberas del rio Ichilo (límite con Cochabamba).
La reunión de los originarios era para realizar el revocatorio, de acuerdo a usos y costumbres, del asambleísta titular de la zona Wilson Cortez y promover a la suplente Belizaida Hurtado. A la asamblea también fueron invitados miembros Órgano Electoral, pero no llegaron.
Los incidentes se iniciaron con agresiones verbales. Foto. Soledad Prado
La cita para revocar a Cortez fue promovida por Carlos Moye quien se dice ser cacique mayor de la zona; sin embargo, los comunarios que apoyan al actual titular llegaron para impedir, que esto suceda.
La reunión convocada para las 8:00 intentó instalarse a las 11:30, pero segundos después seguidores de Cortez y de Hurtado apoyados por Moye iniciaron una discusión, que derivó en una trifulca campal. Hombres y mujeres munidos con palos, piedras, hondas y cadenas se agarraron a golpes.
Cortez responsabilizó de la situación al Tribunal Electoral Departamental, que supuestamente permitió que se cree una dirigencia paralela y sea reconocida. “Se ha creado un paralelo de la CIPYM (Consejo Indígena del Pueblo Yuacaré Mojeño), y por eso quiero hacer una denuncia pública en contra del Gobierno y en contra del Tribunal Electoral. Estamos cansados que se crean dueños de nosotros y nos utilizan como escalera”, manifestó Cortez.
Después de los disturbios, la calma llegó cerca de las 14:30m, ya que ninguno de los grupos se retiraba del lugar para evitar que se reinstale la asamblea, que finalmente no se llevó a cabo.