El defensor del Pueblo, David Tezanos Pinto, informó en una conferencia de prensa que la base del diálogo es la pacificación y la presentación de documentos que acrediten personería, derechos de explotación minera o trámites.

La autoridad retornó en las últimas horas de Arcopongo, a donde se trasladó tras estallar el enfrentamiento armado que terminó con un muerto y cuatro heridos de bala a raíz de la explotación minera y que ya tiene como antecedente hechos de violencia ocurridos en 2014.

También se tiene previsto invitar al diálogo a las autoridades de la Autoridad Jurisdiccional Administrativa Minera (AJAM) y del Ministerio Público.

Mineros de la Cooperativa Ullacaya Condoriri reclaman el derecho propietario de 50 cuadrículas de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) en esa región. En el intento de recuperar el área minera, los miembros de Ullacaya junto a pobladores del municipio de Inquisivi se enfrentaron con supuestos cooperativistas avasalladores, que explotan oro en el lugar.

La presencia de la Policía fue  determinante para la pacificación. Un contingente de 35 efectivos fue desplazado por los estallidos de armas de fuego y dinamita, posteriores al 11 de julio, cuando se registró enfrentamientos que amenazan la tranquilidad en los lugares del conflicto y de comunidades aledañas.

Dos equipos de la Defensoría del Pueblo fueron al sector del conflicto. El primer grupo arribó a la zona a las 17:00 y el segundo a las 22:00, logrando las primeras reuniones con dirigentes de Arcopongo en la comunidad Palmaflor.

En la región se mantienen 30 uniformados para preservar el orden, informó ayer por su parte el comandante departamental de la Policía, Agustín Moreno.

Los heridos de bala son Rubén Ticona Limachi, Donato Nina, Mateo Calle Tola e Isidoro Vera Quispe, mientras que José Achu Beltrán perdió la vida en los enfrentamientos.