Según datos de la Unidad de Análisis de Conflictos de la Fundación UNIR Bolivia, esa cantidad permite deducir que, en promedio, por día hubo 2,8 protestas de diferente tipo como manifestaciones, acciones radicales de protesta y enfrentamientos con la Policía que dejaron un muerto y más de un centenar de heridos.

El análisis definió que cada conflicto se generó en un periodo coyuntural con miras a tener o no recurrencia hacia los siguientes meses, o reactivarse en un periodo corto, este promedio de recurrencia se fijó entre el 20 y 30% del total de los conflictos.

La Paz, en su condición de centro administrativo del país, fue el espacio donde se desarrolló la mayor cantidad de líos sociales con 23,58%; seguido de Cochabamba, con 17,46; y luego Santa Cruz, con 17,23%. (Ver infografía).

El análisis de la base de datos estableció que las alcaldías fueron las más demandadas, según sus competencias, con 28,5%; el Gobierno central se ubicó después, con 25%; las gobernaciones estuvieron luego con el 7%; los colegios o universidades obtuvieron el 6%, y el bloque de otras instituciones, por ejemplo la Policía, las Fuerzas Armadas, el sector de salud y otros, sumaron un 33,5%.

Gestión. “Es natural porque va relacionado con la cercanía que tenemos con la población, a las competencias que tienen los gobiernos municipales, al ser los más cercanos con el pueblo y tener competencias más sensibles como educación, seguridad ciudadana y desarrollo productivo. “Viendo cada uno de estos aspectos es una muestra de la importancia que tienen los gobiernos municipales”, afirmó, al respecto, Álvaro Ruiz, presidente de la Federación de Asociaciones Municipales de Bolivia (FAM).

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