El 2021 será recordado como año en que el expresidente Evo Morales se hizo protector del gobierno de Luis Arce para impulsar su imagen. Analistas coinciden en que la influencia del exmandatario fue negativa en el oficialismo, debido a la polarización que provocó.

Al menos cuatro hechos representativos muestran que Morales jugó al protector de Arce para propulsar su propia figura, de cara a los próximos comicios. 

El primer hecho data de marzo, cuando se celebraba el aniversario del Movimiento Al Socialismo (MAS). “Para defender nuestro proceso  (…), tenemos que defender al hermano Lucho, al hermano David”, instó Morales a sus bases.

El segundo hecho está relacionado con el “wiphalazo” que se realizó el 12 octubre, un día después del paro en contra del proyecto de Ley 218 de antilegitimación. “Los golpistas nuevamente intentan hacer golpe de Estado”, aseguró el exgobernante. 

Luego del paro indefinido de cívicos y sectores en contra de la ahora abrogada Ley 1386, Morales  protagonizó una marcha desde Caracollo (Oruro). La caminata culminó el 29 de noviembre en la plaza San Francisco, donde el exmandatario, frente a la concurrencia, llamó a defender al gobierno de Arce.

A esto se suma la reciente reunión que tuvo Morales con Arce y el vicepresidente David Choquehuanca en la Casa Grande del Pueblo. “Tal como distintos sectores sociales participantes de la marcha por la patria: COB, Pacto de Unidad y la Dirección Nacional del MAS-IPSP lo pidieron, se ha decidido llevar a cabo reuniones permanentes para respaldar la gestión de nuestro gobierno”, escribió en sus redes sociales.

El exsenador del MAS Omar Aguilar dijo a Página Siete que la marcha del partido de Gobierno fue por dos razones. “La última marcha liderizada por Evo Morales tenía dos objetivos: fortalecer al gobierno de Luis Arce y fortalecerse como líder del MAS”.

El politólogo Carlos Cordero indicó a este medio que estos hechos muestran la influencia que tiene el exmandatario sobre Arce, de quien se hizo una especie de escudero para distraer la atención de la agenda mediática e impulsar su campaña rumbo a las elecciones de 2025.

“Morales cumple un rol importante en el gobierno de Arce, hace un trabajo político. Orienta en la agenda pública al gobierno de Arce. Muchas decisiones del gobierno se orientan bajo las intervenciones de Evo Morales. (…) Morales se convirtió en una especie de escudero de las acciones Arce, pero que aprovecha la palestra para impulsar su campaña rumbo al 2025”, enfatizó.

El analista político Hugo San Martín señaló que toda la estrategia del Gobierno, ya sea de gestión, política o comunicacional, tiene el sello de Morales. Explicó que el Ejecutivo es un “gobierno bicéfalo”, con una fuerte influencia del expresidente, así como ocurre en Argentina con Cristina Fernández.

“El liderazgo lo sigue asumiendo Morales y esto les trae consecuencias internas, una cosa es la declaración que el caudillo pueda tener, pero otra es el tema administrativo, donde a futuro puede que se manifiesten dos posiciones. Pero todos juegan a la posibilidad de que Evo Morales vuelva al poder”, sostuvo.

Por su parte, el diputado del MAS Juanito Angulo aseguró que Arce es quien gobierna y que en la sigla azul no se habla de elecciones, sino de gestión. “Hay un Presidente y Vicepresidente que gobiernan, nosotros no hablamos de 2025. El expresidente Morales tiene el derecho a manifestarse”, complementó.