La posibilidad de elaborar un nuevo padrón electoral que anuncio del presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Óscar Hassenteufel después del Censo Nacional de Población y Vivienda del próximo año, puso en evidencia la existencia de discrepancias internas entre los vocales del máximo órgano electoral del país.

Mientras Dina Chuquimia, designada recientemente como vocal por el presidente, Luis Arce, alineó posiciones junto a Hassenteufel, su colega, María Ruiz, calificó de “demagogia política (que no tiene) sustento técnico” hablar de promover un nuevo padrón electoral.

“No nos parece conveniente en este momento llevar adelante un nuevo padrón. En todo caso, de llevarse a cabo hay que hacerlo después del Censo, sería un trabajo inútil hacerlo ahora, debe hacerse después del censo”, declaró Hassenteufel hace algunos días a la prensa nacional.

Al respecto Chuquimia manifestó que el tema aún no fue abordado por la Sala Plena del TSE, una posibilidad que sin embargo está abierta, en declaraciones que hizo a una televisora local en La Paz.

“Vamos analizar esta posibilidad”, apuntó sin embargo la vocal electoral.

Padrón confiable y seguro

Una posición diferente expresó Ruiz que fue más puntual en sus apreciaciones sobre la opción de elaborar un nuevo padrón biométrico.

Para terminar con la “cantaleta” que genera una supuesta incertidumbre sobre el padrón, todos los actores involucrados tendrán que estar de acuerdo porque “la idea es que es una posibilidad (tener en nuevo padrón), la idea es que haya un acuerdo país”, afirmó tajante en una entrevista que ofreció a un canal de televisión en la ciudad de La Paz.

Es más, la vocal, puso las manos al fuego por el padrón biométrico cuando apelo a evidencias materiales que certifican la confiabilidad que tiene. “El padrón es confiable y tenemos evidencias objetivas”, recalcó con énfasis la autoridad electoral.

Mencionó, en este sentido, la auditoría que hizo la Organización de Estados Americanos (OEA), durante seis meses al padrón que calificó con 98.9% de confiabilidad; también a las múltiples misiones de observación de países amigos y organizaciones electorales internacionales que llegaron para los procesos electivos de 2020 y 2021, que en definitiva coincidieron en señalar que el registro es “confiable y altamente seguro”.

“Lo demás son, en palabras coloquiales, una la cantaleta que nunca va terminar. Es un discurso político, voces que tienen un tinte político y no técnico”, recalcó Ruiz.

Costo millonario

De llevarse acabo un nuevo registro electoral (padrón) el erario nacional tendrá que invertir almenos 50 millones de dólares, por lo menos en eso coincidieron Chuquimia y Ruiz.

Sin precisar razones y motivos que justifican un costo millonario para el Estado volver a promover un nuevo padrón electoral, ambas vocales señalaron también que, si el TSE decide promoverlo, recién podría materializarse después del Censo de Población y Vivienda de 2022.

“En el supuesto (que se decida hacer un nuevo padrón), no hay nada decidido, (habrá que invertir) más de 50 millones de dólares, y lo único que hará será ratificar lo que tenemos, y (demandaría) un año (el proceso) si tienes los recursos. (Vuelvo a decir) el actual es muy confiable”, afirmó Ruíz.

Según Chuquimia el padrón electoral en vigencia fue elaborado hace más de quince años y tiene registrados a 7 millones de bolivianos. Un nuevo registro, tendrá que marcar diferencias.

BD/EMV