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El Mas se cohesiona, ¿cómo favorece a Arce?

Medio: La Razón

Fecha de la publicación: domingo 05 de diciembre de 2021

Categoría: Organizaciones Políticas

Subcategoría: Asambleas, cabildos y congresos

Dirección Web: Visitar Sitio Web

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En verdad, la concentración en la plaza San Francisco y alrededores el 29 de noviembre, culminando la denominada Marcha por la Patria, debe ser, como dice el comunicador y politólogo Manuel Mercado, una de las más numerosas de los últimos 10 años.


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El bloque nacional-popular, del que es parte el MAS, ha mostrado el alcance de su convocatoria; el problema es ¿cómo ayuda esto a su propio gobierno?

 / 5 de diciembre de 2021 / 21:08

El presidente Luis Arce y el MAS tendrían que convertir lo que dejó la marcha en acciones concretas de gestión pública.

El punto sobre la i

En verdad, la concentración en la plaza San Francisco y alrededores el 29 de noviembre, culminando la denominada Marcha por la Patria, debe ser, como dice el comunicador y politólogo Manuel Mercado, una de las más numerosas de los últimos 10 años. Sin embargo, hasta que no se pruebe de alguna forma el millón y medio de personas que se habría reunido, según el ejecutivo de la Central Obrera Boliviana (COB), Juan Carlos Huarachi, será un dato todavía incierto; pero, al margen de la cifra, lo que más valora Mercado es la capacidad que tuvo el “bloque nacional-popular” (que no se reduce al Movimiento Al Socialismo, MAS, insiste) de aglutinar a los sectores más diversos. “Es algo que no tiene que pasar desapercibido”, porque si hasta hace poco se hablaba mucho de las fisuras o fracturas en ese bloque, “hoy vemos que esas fracturas o no eran tan profundas o se están cerrando”, señaló Mercado en una entrevista junto a la socióloga Luciana Jáuregui en el programa por streaming de La Razón Piedra, papel y tinta, del martes 30 de noviembre. “Vemos al Pacto de Unidad, junto a la COB, indígenas, al propio Instrumento Político y sectores urbanos” reunidos, ilustró Mercado la diversidad del MAS.

Para la socióloga Jáuregui, una de las finalidades no menores de la marcha ha sido establecer unas mínimas condiciones de gobernabilidad para el Gobierno nacional. “Materializar la fuerza electoral del gobierno de Luis Arce (el 55,1%), generar un escenario de gobernabilidad mínima para que pueda desempeñar sus funciones, frente a las amenazas de las oposiciones más radicales”, destacó la investigadora.

Calles. El MAS, coincidieron los analistas, necesitaba “recuperar las calles”, escenario que le habían arrebatado las oposiciones políticas, cívicas y de otros sectores, por lo menos desde 2019.

“Con esta marcha, el MAS recupera las calles, la marcha, la movilización, recupera la capacidad de convocatoria, y masiva”, señaló a este suplemento el politólogo Marcelo Silva.

Y he aquí el mayor reto que tiene el MAS tras la masiva marcha y concentración de la semana pasada, añadió Silva, y es el desafío de convertir esta muestra de unidad y cohesión que mostró en factores positivos para la gestión pública de su gobierno.

Ahora, si bien la Marcha por la Patria mostró capacidad de cohesión entre sectores, como apuntó Mercado en anteriores líneas, el otro problema, añadió Silva, es la cohesión y articulación, buena coordinación entre el trípode gobierno-partido-movimientos sociales, la mecánica básica de funcionamiento del MAS.

Hasta hace algunos meses parecía que estas instancias definitivamente no coordinaban.

Aquí hay un hecho clave que destacó Silva: que antes, cuando Evo Morales era presidente, esta articulación no era tanto problema, pues “Evo Morales capturaba las tres cosas, él era el Presidente, él era el jefe del partido y además era el líder nato de las organizaciones sociales”; ahora no hay ese escenario de coordinación.

Esta es la otra importancia de la marcha: al parecer es la forma de articular al gobierno, al partido y a las organizaciones sociales. Y al parecer también aquí Evo Morales puede cumplir un rol central: ser el articulador, el mediador entre esos tres ámbitos (gobierno, partido y organizaciones). Esto es una necesidad ya no solo del MAS, sino del propio país, insistió el politólogo: de cómo el actual partido en el poder logra hacerse eficiente en la gestión pública sobre la base de una productiva coordinación entre la burocracia, el partido político y los movimientos sociales.

Si el MAS logró este desafío, aseveró Silva, se verá “en el ámbito de la gestión, porque esta estructura de poder político tiene que transmitirse al ámbito de la gestión; veremos si el gobierno de Luis Arce, ahora aparentemente fortalecido, es capaz de transformar ese poder político, esa estructura de unidad en políticas públicas, en determinaciones gubernamentales”.

Ahora, si la marcha ha hecho ver cómo está la cohesión entre sectores sociales, la cohesión y coordinación entre el trípode gobierno-partido-organizaciones, también debería resolver la cohesión deseable entre tendencias políticas, de liderazgos, al interior del MAS, insistieron Mercado y Jáuregui.