Medio: Página Siete
Fecha de la publicación: domingo 12 de diciembre de 2021
Categoría: Organizaciones Políticas
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Fernando Chávez Virreira
La maquinaria del MAS ya está en marcha de cara a 2025, con todos los recursos estatales para propaganda y para mostrar gestión. Y ante la débil oposición, ¿cuál puede ser una alternativa electoral capaz de enfrentar al partido oficialista ese año? ¿Qué opciones se perfilan?, ¿nuevos liderazgos?, ¿un frente amplio?, ¿un nuevo partido?
Analistas consideran que en primer lugar se debe dejar de lado el rol principal de los partidos políticos, ante ese “desprecio” que éstos han cosechado en gran parte de la región y también en Bolivia. Hay que descartar, asimismo, la figura del “caudillo” y, aunque se destacan liderazgos como el de Eva Copa o Luis Fernando Camacho, aún les falta una proyección nacional.
Otros, los representantes jóvenes de distintas organizaciones, consideran incluso que esa opción puede salir del propio MAS.
En este debate, lo primero que debe considerarse, según el análisis de Gonzalo Rojas Ortuste, politólogo e investigador universitario, es que “el MAS es una fuerza que no quiere jugar en términos democráticos, en una lucha real y con reglas”. Como ejemplo, cita el desconocimiento de los resultados del 21F, en el que considera que el partido de Evo Morales cometió “un delito de lesa democracia”.
“Lo que hace falta es pensar y armar un liderazgo colectivo, colegiado, no reproducir el caudillo del otro lado, sino un tipo de dirigencia colegiada, con expresiones distintas, no sólo partidarias, de organizaciones de la sociedad, los comités cívicos, organizaciones como Adepcoca de La Paz, que ha mostrado distancia con las federaciones del Chapare. Eso podría darle fuerza a esta oposición, más allá de sólo ser una alianza electoral”, dice.
Y destaca el rol de la oposición ciudadana, más que la política. “La ciudadanía está dándose cuenta de que contra el MAS no se puede jugar sobre las bases de la democracia pactada, donde cada uno va por su cuenta y después se arregla en el Parlamento, esa lógica ya no va, porque además el otro está jugando con cancha inclinada, con árbitro parcializado y con reglas que no se aplican a ellos, sino a los otros. En esas condiciones sólo se puede dar una batalla digna coaligados. No hay democracia sin pluralismo, pero para que ese pluralismo pueda sobrevivir los distintos actores tenemos que ser capaces de articular un proyecto común”, explica el analista.
Consultado sobre quién podría encabezar esa coalición, afirma que “esa es nuestra limitación: estamos esperando un gran líder que articule, pero necesitamos sacarnos la idea del gran jefe y pensar en términos colegiados”, y resalta también la opción de un frente amplio, que ha funcionado en Uruguay.
“Hay que darle un formato de convergencia democrática, de una alianza por la patria, habrá que buscarle un nombre y un tipo de estructura, pero no puede ser ni solamente partidaria ni exclusivamente cruceña o de tierras bajas; ni sólo sindical, tiene que ser de geometría múltiple, donde quepan todos los que tienen un nivel de representación social y estos requisitos básicos, que son la voluntad de enfrentar al masismo y su deriva autoritaria y una apuesta por la democracia”.
Desprecio por los partidos
Para el economista y analista Carlos Toranzo, “el MAS siempre ha estado en campaña”. “La marcha fue parte de ella, no fue para apoyar a Arce, sino para reposicionar a Morales, a un jefazo que pierde atractivo, que ya no es portador de valores ni de sueños. Él sólo porta un ansia desmedida por el poder, eso lo entienden buena parte de las clases medias. Pero, su candidatura no es sólo una decisión del MAS, lo es de Cuba, de Venezuela y de sus aliados. El MAS tiene candidato y fuerte”.
Según Toranzo, no parece que existan nuevos liderazgos, quizás el de Eva Copa que en las profundidades sigue siendo del MAS, pero que ha demostrado tener apetito de poder. “Camacho fue un nuevo líder, pero su estatura no abarca lo nacional, aunque si no hay líder hoy, eso no implica que no pueda haberlo mañana. Si sigue la política autoritaria del MAS, se pueden eliminar a prospectos de líderes o paradójicamente se pueden crear algunos”.
Con respecto al rol de los partidos políticos, piensa que en el mundo y en especial en América Latina “hay desprecio por los partidos, la gente es antipartidos”. En Bolivia la forma sindicato ha sido siempre más fuerte que la forma partido. “Veo muy difícil que se cree un partido de oposición”.
Según destaca, hay un campo no muy estudiado, que es el de las redes sociales. “La democracia, la democratización está obligada a tener contacto con la tecnología y eso no lo controla totalmente el poder”.
Ante la posibilidad de un eventual frente amplio, considera que en Bolivia “cada político se cree el centro del mundo y eso ha dificultado la creación de frentes amplios. Cada uno de ellos quiere ser el candidato y los demás que lo sigan. Lo normal sería que eso continúe, pero un milagro podría cambiar esa costumbre”.
La voz joven de la política
Ideas consultó la opinión de jóvenes líderes de distintos colectivos, los que en definitiva configuran el futuro político del país.
Beatriz Zegarrundo, exsecretaria departamental de desarrollo humano de La Paz, inicia su análisis asegurando que, con la “marcha por la patria y la democracia”, el jefe del MAS, Evo Morales, inauguró de manera indirecta su campaña como candidato a la presidencia 2025. “Con esta demostración de fuerza, Evo busca reforzar el apoyo de los sectores indígenas, clases populares, obreros y campesinos, a los que denomina pueblo, y pretende recuperar la confianza de la clase media, jóvenes y empresarios que se identifican más con el presidente Luis Arce”, sostiene.
Agrega que los resultados de las elecciones presidenciales 2020 “terminaron de aplazar a los partidos de oposición” y actualmente no existe un partido que le haga frente al MAS, a menos que surja del mismo MAS, como David Choquehuanca o Andrónico Rodríguez. “Sin embargo, frente a esta posición, Evo ya designó a su contrincante o aliado dentro de las filas del MAS y eligió al presidente Lucho Arce, un personaje que hasta el momento reflejó tecnicismo gubernamental y timidez política, pero podría cambiar en los cuatro años que le restan”, afirma.
Según Zegarrundo, podría existir un proceso de renovación parcial dentro de las filas del MAS bajo la figura de Evo Morales con un nuevo acompañante que reemplace a Álvaro García Linera, quien posiblemente sea Arce, si su salud se lo permite. “El binomio Evo-Lucho podría ayudar a recuperar a los sectores que Evo perdió, es decir, el voto cautivo de Morales y el voto conquistado de Arce podrían facilitar su retorno al gobierno”.
Apunta que existen nuevos liderazgos locales que generan preocupación al MAS, como Iván Arias, Manfred Reyes Villa, Damián Condori, Fernando Camacho, Oscar Montes, Eva Copa o Jhonny Llally, “sin embargo, el comportamiento electoral boliviano es impredecible y sufre cambios abruptos”.
Según revela Zegarrundo, “no es un secreto la relación cercana de David Choquehuanca y Eva Copa, quienes, para las elecciones 2025, podrían dar sorpresas, bajo el sello de Renueva, una alternativa política de izquierda que intenta ser proyectada desde la Alcaldía alteña para hacerle frente al MAS”.
Para María Alejandra Balderrama, excandidata a asambleísta departamental y líder de Resistencia Somos Todos, hay dos opciones, “la primera y tal vez sea la más controversial de ambas, es reconducir el denominado proceso de cambio”. “Pero en lo que fallan la mayoría de los políticos de oposición es en no reconocer el proceso político que vivió Bolivia en toda la década de los años 2000, en el que para poder llegar el MAS al poder se desgastó el sistema político de la denominada democracia pactada y eso dio origen y paso al proyecto político del IPSP - MAS”.
Considera que “para dar mayores alternativas dentro de los poderes que determinan el funcionamiento del Estado, hay que reconducir este proceso de cambio”.
Respecto a los nuevos liderazgos, dice que “existen, pero se pierden en sus cargos”, como Eva Copa en El Alto y Camacho, “quien hace que su proyecto político se vea cada vez más regional”.
“Juan Jesús Hurtado, el referente joven del Comité Cívico de Trinidad, hoy diputado, al igual que Beto Astorga de La Paz, tienen un papel minorizado ante la aplanadora oficialista”, considera la líder.
Según Balderrama, hay partidos y agrupaciones ciudadanas nuevas, “pero éstas no logran un proyecto común de oposición, porque carecen de un discurso teórico, de una ideología. Por este motivo es que con facilidad se prostituyen en un vulgar pragmatismo, mismo que oculta toda ausencia de teoría política, ideología política y discurso político”.
Catherine Pinto, excandidata a concejal de El Alto y líder de la Resistencia de Ciudad Satélite, asegura que no existe un proyecto que pueda enfrentar al MAS. “La oposición, junto a Jeanine, ha demostrado que no es apta para el manejo de la administración pública, lo que genera incertidumbre en la población para darles una oportunidad. Sin embargo, nos queda la gestión municipal y parlamentaria, donde muchos aparentemente están haciendo buena gestión y/o se están mostrando activos, como Manfred Reyes o Rodrigo Paz Pereira”, dice la joven alteña.
Según Pinto, se debe apostar por cambiar el sistema político partidario en Bolivia, ya que en la actualidad es complicado o casi imposible participar en los partidos políticos de forma libre y espontánea. “El poderío económico y la élite partidista conlleva someterse a la determinación de los líderes del partido, que en muchos casos no toman en cuenta la opinión de las mujeres y los jóvenes y sólo nos usan como un escudo para protegerse o como una bandera política para victimizar a su instrumento político”, afirma.
Al final, como dice Gonzalo Rojas, “la democracia no es cualquier cosa, implica respeto a las instituciones, reconocimiento de ciudadanía, no sólo a los que apoyan una causa, sino a los otros. En una coalición democrática, los rivales (no enemigos) también son sujeto de derecho, pero no sólo ellos ni nosotros, sino unos y otros. Es la superioridad moral de la democracia”.
El país necesita soluciones de verdad, el MAS quiere un control totalitario
“El país necesita soluciones de verdad, a un enfermo que necesita una operación a corazón abierto no se le da calmantes o tratamientos costosos, necesita una operación con cirujanos, si dejamos una vez más en manos de socialistas o socialdemócratas (centro mal llamados derecha) estaremos en las mismas condiciones, un país pobre y atrasado con gran potencial para poder desarrollar económicamente pero coartado por sujetos que no tienen noción de donde están parados”, sostiene el joven líder.
Según su visión, un problema que tienen los políticos, tanto del MAS como de la oposición, es el de creer que “los idóneos deben estar en el poder” y que sea la visión del ente probo el que decida e imponga a los demás su visión por medio de los instrumentos que tiene el Estado, incluso los coercitivos.
“En este momento el país está regido por grupos políticos que perjudican a nuestro país, uno de eso es el MAS, el cual tiene una clara visión de lo que busca, llegar a un control totalitario mediante el Estado y de esa forma poder mantener su hegemonía a través de los medios de comunicación y coartar derechos, controlar el poder legislativo y ejecutivo, las Fuerzas Armadas y la Policía y por supuesto la justicia”, destaca.
Agrega que “hay otro grupo de actores políticos que son igual de nocivos, funcionales al gobierno y que carecen totalmente de una propuesta para salir de este izquierdismo canceroso y por ende del subdesarrollo y la pobreza, este grupo está conformado por los mal llamados opositores”.
Nuestra visión, explica, “cree totalmente que el mejor generador del desarrollo de un país es el pueblo mismo, no caudillos, no proyectólogos, ni hombres iluminados, es el pueblo que trabaja de sol a sol y en días lluviosos, la mejor persona que cuida de los recursos es aquella que tiene la propiedad sobre ellos, es decir, nadie cuida mejor de sus bienes o activos que el mismo dueño; por ello no lo hace el Estado ni un servidor público iluminado”.
“Es tiempo de una nueva propuesta; las mismas propuestas del pasado basadas en que el Estado es el centro del universo deben pasar y dar paso a la modernidad y dejar una guerra ridícula con marchas, insultos y acusaciones. El país necesita salir del subdesarrollo con una verdadera propuesta”, finaliza.
Fernando Chávez Virreira / Periodista
PUNTO DE VISTA
Politólogo
Esta alternativa puede provenir del propio MAS, puesto que la insistencia de Morales en ser el eje en torno al cual giran las decisiones partidarias puede causar tal problema interno dentro del MAS que ocasione su división con la aparición de nuevos candidatos, esto ya se dio con el caso de Eva Copa en El Alto o Damián Condori en Chuquisaca.
Por otro lado, hasta el momento no parece haber una alternativa partidaria clara al MAS. Como siempre, para estos partidos el desafío será presentar una candidatura unificada y un discurso renovador capaz de poder seducir a las clases medias urbanas y al voto joven. De todos modos, se mantendrá abierto el clivaje territorial que ya determinó, de alguna manera, el voto en la ciudad de Potosí, Tarija y Santa Cruz.
Lo que quiero decir es que la política asume como referencia importante la identidad territorial y esto puede hacer nacer una serie de “oposiciones” en cada una de las regiones de Bolivia que, unificadas, pueden constituir una alternativa al MAS.
Por último, no parecen vislumbrarse figuras de derecha como la conservadora de Kast en Chile o la libertaria de Milei en la Argentina. En rigor, la oposición al MAS es de centro derecha.