El vocero de la Contiocap, Alex Villca, indicó que con esta carta la organización indígena se suma a las alegaciones que presentaron dos relatores de la ONU, que ya expresaron al Estado boliviano su preocupación por el aumento del comercio y uso de mercurio en Bolivia.

La carta de la Contiocap señala que es importante para el Presidente conocer la profunda preocupación de los indígenas sobre la ausencia de una regulación específica y efectiva que pueda controlar la importación, comercialización y uso del mercurio

“Las organizaciones estamos muy consternados debido a que el Estado ignora completamente las normas y estándares internacionales en materia de derechos de los Pueblos Indígenas, sobre todo, en relación al derecho de consulta previa, libre e informada. Esto se puede demostrar debido al gran número de normas aprobadas que impulsan las actividades mineras y el uso del mercurio, en desmedro del medioambiente y los derechos humanos de comunidades indígenas”, agrega el texto.

Villca señaló que la contaminación por mercurio afecta principalmente a los pueblos que viven en las riberas de los ríos, especialmente del río Beni. 

“A eso tenemos que sumarle de que no solamente es la salud humana la que se está viendo afectada, sino también el medioambiente, la biodiversidad, estamos hablando de ecosistemas muy frágiles. Entonces esta práctica al usar este metal pesado, el mercurio, lo que hace es contaminar toda la vida acuática de estos ríos que son el alimento de las poblaciones indígenas en esta cuenca”, alertó.

El relator de la ONU para sustancias tóxicas, Marcos Orellana, informó el miércoles que el Estado boliviano no había respondido a la carta de alegaciones que fue enviada en septiembre y que tampoco se conoce si desarrolla un plan de acción nacional frente al uso del mercurio, como es el compromiso de acuerdo con el Convenio de Minamata.

Villca señaló que esa falta de respuesta del Gobierno llevó a la Contiocap a presentar la carta al Presidente, para que a la brevedad posible haya un pronunciamiento. 

Indicó que los efectos del mercurio ya están poniendo en peligro al pueblo indígena Esse Ejja, entre otros del norte paceño. 

“Si los medios pudieran trasladarse hasta esta población, con seguridad van a poder encontrar personas que ya no pueden caminar en algunos casos, están en silla de ruedas, otro aspecto que se está dando sobre todo en los niños es la imposibilidad de poder retener la enseñanza, es decir, la pérdida de memoria, otro problema que se da es en las mujeres en etapa reproductiva, por ejemplo es que son las más vulnerables, y si hay altos niveles de contaminación por mercurio tienen el riesgo de que puedan perder su bebé o que su bebé puedan salir con deformaciones”, acotó el vocero.