El viceministro de Régimen Interior, Nelson Cox, informó ayer, citado por ABI, que 11 policías fueron dados de baja de forma definitiva y más de 26 tienen denuncias en su contra por su participación en el “golpe de Estado” de noviembre de 2019, de los cuáles 22 están con acusación formal.

Según Cox, la destitución definitiva más reciente fue ordenada para el caso del capitán José Vargas Barrón, en Cochabamba, por su participación en la ruptura constitucional. 

“Él tiene una identificación. Hay muchas fotografías que está con la Resistencia Juvenil Cochala, que eso ha sido adjuntado. Se ha hecho las pericias y los desdoblajes pertinentes”, sostuvo.

Recordó que el proceso interno contra Vargas fue uno de los primeros en curso, pero no avanzó con celeridad por varios incidentes suscitados durante su desarrollo, que no desvirtuaron su participación directa y “comprobada”. Además, mencionó que la posibilidad de ampliar los procesos está abierta. Se refirió a otros seis efectivos policiales en Santa Cruz.

El titular de Régimen Interior dijo, por otro lado, que la Policía Boliviana tiene 234 procesos internos registrados a causa de faltas disciplinarias cometidas por sus efectivos durante este año.

Los casos de este año se sumaron a un registro policial que tiene más de 2.300 causas acumuladas hace varios años, concluyó durante el informe sobre los logros alcanzados por esa Cartera de Estado en esta gestión.