Gobierno renueva críticas y niega que haya dictadura

El presidente Evo Morales volvió a descartar que Bolivia viva en dictadura, al señalar que la derecha lanza denuncias por “envidia” ante los logros de su Gobierno, algo que secundó el vicepresidente Álvaro García Linera, quien llamó “sinvergüenzas” a quienes cuestionan al Órgano Ejecutivo.

“Cuando democráticamente, con programa, con principios y valores asumimos la conducción de Bolivia nos acusan de dictadura, todo yo diría por envidia porque lo que ellos no hicieron nosotros hicimos en 12 años", afirmó la entrega de un mercado en Coripata (La Paz).

Morales expresó su confianza en la población boliviana “consciente” del proceso de cambio que lidera desde 2006, frente al intento de la oposición de debilitar a su Gobierno “con mentiras”.

Luego enumeró los “logros” de su Gobierno, enfatizando en los procesos de nacionalización.

También ligó el rechazo a su reelección –prohibida por la Constitución y rechazada mediante un referéndum el año 2016– a una campaña alentada por la embajada de Estados Unidos.

“Intentarán confundirnos, debilitarnos, desprestigiarnos cada día con mentiras tras mentiras, pero el pueblo es consciente porque ha visto resultados en esta corta gestión. Eso deben defender”, enfatizó.

En Coroico, en la misma región de Yungas, el vicepresidente Álvaro García Linera denunció que Morales enfrenta ataques racistas, discriminatorios y de muerte de la "derecha vende patria" por defender la milenaria hoja de coca.

Sostuvo que los que hablan mal de Morales son "sinvergüenzas" de partidos de la derecha que en sus gobiernos pretendían "aniquilar la coca y a los cocaleros".

Para García Linera, el delito de Morales frente a la derecha es "ser como ustedes y pensar siempre en el pueblo, además de preocuparse de los más débiles, de los humildes, de la gente abandonada, ese es su delito y por eso lo tratan así".