La marcha del MAS  terminó con duros discursos de sus dirigentes, quienes apuntaron su artillería a Santa Cruz. Pidieron cárcel para el gobernador Fernando Camacho y para el presidente del Comité Cívico Pro Santa Cruz, Rómulo Calvo. Amenazaron, además, con marchar hacia esa ciudad y “nacionalizar” empresas. El presidente Luis Arce aseguró que este es el empiezo de la defensa de su Gobierno.

“Que escuchen los golpistas, los separatistas: nunca más un golpe de Estado. Queremos que de una vez por todas metan presos a los que han dado golpe de Estado, que metan preso a Camacho, que metan preso a Calvo, porque ya está de buen tamaño que el pueblo siga esperando y la justicia siga dormida. Qué espera la justicia si ahí están los asesinos, si ahí están los golpistas”, aseveró Rolando Borda, ejecutivo de la Central Obrera Departamental de Santa Cruz.

La marcha arribó ayer a la sede de Gobierno, luego de una caminata de siete días. La caravana se organizó frente a la presión de sectores contra la Ley 1386, que el Ejecutivo terminó abrogando. Fue precisamente en Santa Cruz donde las medidas de presión tuvieron mayor contundencia que en el resto de las regiones del país.

Al igual que Borda, Eber Rojas, secretario ejecutivo de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia exigió cárcel para Camacho, Calvo y también para Marco Pumari, expresidente del Comité Cívico Potosinista (Comcipo).

“Si estos racistas y discriminadores quieren dividir nuevamente a nuestro país, vamos a marchar a Santa Cruz, donde los q’aras. Queremos justicia. Hoy pedimos, desde acá, de la concentración, al Fiscal General del Estado que meta a la cana al Calvo, que meta a la cana a Comcipo, que meta a la cana a Pumari, que meta a la cana a Camacho”, aseguró Rojas.

Esteban Alavi, secretario ejecutivo de los Interculturales, expresó que están dispuestos a realizar una caravana hacia Santa Cruz y sentenció que “los golpistas no pueden andar en la calle, deben estar presos”.

Pedro Laruta, secretario ejecutivo de la Federación Departamental de Campesinos Tupak Katari sostuvo que a los golpistas y racistas les espera la prisión. “Con esta marcha, hemos enterrado a la derecha, a los golpistas, a los racistas. La derecha nunca más vuelve, hermanos. Para estos racistas, discriminadores, asesinos, les espera la cárcel, se tienen que pudrir”.

Por su parte, Juan Carlos Huarachi, secretario ejecutivo de la Central Obrera Boliviana, amenazó con “nacionalizar” empresas de Santa Cruz. “Somos los nacionalizadores y vamos a nacionalizar todas las industrias, todas las empresas en Santa Cruz. Que no nos provoquen”, indicó.

“Nosotros no hemos venido a generar violencia –agregó–, pero si nos provocan, aquí estamos. Cuidado, no nos provoquen, porque esta marcha se puede trasladar a Santa Cruz y vamos a ir a tomar las fábricas, las industrias”.

Gonzalo Quispe, ejecutivo de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia, aseguró que están dispuestos a marchar hacia Santa Cruz para “defender la democracia”. Martín Chacolla, Apu Mallku de Conamaq,  dijo que la marcha sólo fue un calentamiento, y que seguirán defendiendo al Gobierno hasta la muerte.

El presidente Luis Arce afirmó que “el pueblo exige respeto a la democracia”. “Aquí no acaba, este es el empiezo, porque el pueblo ha venido a defender su voto, la democracia, pero también ha venido a decirle a esa derecha golpista que nunca más golpes de Estado en nuestro país”, aseguró.

Decir a la oligarquía cruceña, a aquellas logias, a aquellos que están siempre queriendo hacer el golpe de Estado: basta

Martín Chacolla,  Conamaq