Medio: El País
Fecha de la publicación: miércoles 24 de noviembre de 2021
Categoría: Autonomías
Subcategoría: Departamental
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Mientras los políticos de todos los partidos van tomando posiciones sobre el debate pendiente, las dudas sobre los alcances de la propuesta se acumulan
- Miguel V. de Torres
- 24/11/2021 00:00
El debate del modelo de Estado ha vuelto a explotar en el centro de la política nacional. El tema siempre ha estado latente desde la aprobación de la Constitución en 2009 y después, por los cortos alcances de la autonomía. Los principales promotores han estado en Potosí y Santa Cruz.
En medio del fragor de la batalla por la ley 1386 el gobernador cruceño, Luis Fernando Camacho, reiteró la idea en plena marcha de tractores en Montero (Santa Cruz) el 13 de noviembre y al día siguiente Evo Morales, en su condición de jefe del partido de Gobierno y principal tutor de Luis Arce, recogió el guante abriendo la puerta hacia un referéndum o una Asamblea Constituyente. El lunes 22 fue de nuevo Camacho quien anunció formalmente que avanzaría hacia un cambio constitucional que contemplara la idea de un Estado Federal que resolviera los problemas de encaje dentro del país.
Pero, ¿cómo sería una Bolivia federal? ¿cómo se organizaría? ¿Sería la solución a las tensiones que atenazan a nuestro país en estos momentos o solo agravaría la solución?
¿Qué es un Estado federal?
Por definición, un Estado Federal es un “Estado compuesto por diversas unidades territoriales, dotadas de autonomía política e instituciones de gobierno comunes a todas ellas, cuya organización, competencias y relaciones intergubernamentales están regidas por una Constitución como norma suprema de todo el ordenamiento jurídico”
Básicamente hay dos caminos hacia el federalismo, el de naciones que se unen – también llamadas Confederación – o como una evolución de un Estado Autonómico, al que también se llegó a través de procesos de descentralización.
En esencia es un sistema de poder descentralizado en el que las diferentes autonomías tendrían más independencia que en la actualidad, pero que deben obedecer una Constitución federal, en la que se establece cómo se distribuyen las competencias ente las instituciones centrales y las territoriales. Sería una evolución del actual Estado de las Autonomías.
La forma de Estado Federal es más común de lo que se reconoce, aunque cada una es muy diferente. Son Estados Federales Estados Unidos, Argentina, Brasil, Alemania o Rusia, por ejemplo.
¿Dónde estaría el poder?
El poder estaría las diferentes cámaras federales, una por estado, que sería una evolución de las Asamblea Legislativas Departamentales, y luego en el Senado. En la actualidad la Cámara Alta, donde todos los departamentos tienen el mismo peso, es percibida como una prolongación de la Asamblea Plurinacional sin funciones exclusivas o diferenciadas, y por donde pasan las mismas leyes.
En una Bolivia federal, las tornas cambiarían. El Senado sería la cámara en la que se discutieran todas las decisiones importantes. En esta institución cada departamento estaría representado y en ella se debatirían las leyes generales.
¿Qué poder tendría el Estado central?
La defensa nacional, la política exterior, la garantía de los derechos básicos, las relaciones con los Organismos Supranacionales como la ONU, el Mercosur, la Unasur o la Celac serían algunas de las cuestiones que debería encargarse el Estado central y que no podrían ser discutidas por las autonomías.
Esencialmente es a lo que se dedica la política gruesa, por ejemplo, en Estados Unidos.
¿Qué nuevas competencias tendrían las gobernaciones?
En Estados Unidos, los diferentes estados disponen de leyes penales diferentes. Así, un mismo crimen puede suponer la pena de muerte en Florida y una pena de prisión en Nueva York. También se toman decisiones económicas sobre algunos impuestos principales. La carga fiscal es mucho menor en Alaska que en Maryland. En una Bolivia federal se podría considerar la regulación departamental de determinados impuestos, si bien esto ha sido el principal problema para avanzar en el Pacto Fiscal durante siete años.
¿La Paz seguiría siendo el centro de poder?
En algunos países federales los Ministerios se han distribuido por el territorio, restando a la capital su eficacia como tal. La idea es que el poder pudiera distribuirse por toda la geografía y así expandir la sensación de que no todo tiene que pasar por la sede de Gobierno... pero los inconvenientes organizativos serían evidentes. La particularidad de Bolivia, con una capital en Sucre y una sede de Gobierno en La Paz invita a que se puedan redistribuir algunas funciones.
¿Qué es el federalismo simétrico y asimétrico?
Tal y como señala Plataforma Ahora, en un Estado simétrico cada territorio disfrutaría de las mismas competencias que los demás. Sin embargo, en uno asimétrico algunos territorios tendrían más independencia que otros. Eso es lo que ocurre actualmente ya en Bolivia, donde los departamentos “históricos” que conformaron la Media Luna e implementaron la autonomía aprobando sus Estatutos antes que la Constitución – Tarija, Santa Cruz, Pando y Beni -, tienen en general más autonomía y más convicción sobre su utilidad, aunque también más recursos económicos. Otros departamentos como Oruro o La Paz ni siquiera han podido aprobar en referéndum su Estatuto de Autonomía y se acogen a un formato transitorio para funcionar. Estas convicciones jugarán un papel en el país.
¿Habría 9 constituciones y una Constitución general?
En realidad no, habría 9 estatutos similares a los que debería haber ahora pero estarían más desarrollados que los actuales. Se garantizaría la aplicación de los estatutos y no habría negociaciones continuas con el Estado central, como ocurre en la actualidad, para ejercer determinadas competencias o buscar fondos para ello. Esa sería la teoría: habría que ver si en la práctica un gobierno autonómico no solicitaría ayuda económica al más mínimo contratiempo, en vez de asumir responsabilidad sobre la gestión.
¿Se podría independizar una federación del Estado central?
Depende de lo que dijera su estatuto federal y de la Constitución general del Estado central. Si en la Carta Magna se reconociera el derecho a la autodeterminación y se explicara con claridad cómo se podría realizar este paso, sí que podría hacerlo. Si en la Constitución no se reconociera este derecho, no se podría hacer. Normalmente no puede hacerlo de forma unilateral, pues el pacto (constitucional) establece que se necesita contar con el resto, es decir, toda Bolivia debería votar para conceder la independencia, por ejemplo, del Estado Federal de Cochabamba.
Constituyente, el proceso ineludible
El artículo 1 de la Constitución Política del Estado dice que: “Bolivia se constituye en un Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario, libre, independiente, soberano, democrático, intercultural, descentralizado y con autonomías. Bolivia se funda en la pluralidad y el pluralismo político, económico, jurídico, cultural y lingüístico, dentro del proceso integrador del país”.
En ese sentido, los juristas señalan que la única forma de incluir el modelo de Estado Federal es a través de una reforma total de la Constitución y en ningún modo de una parcial, ya que afectaría a la propia esencia de la misma.
El procedimiento de reforma está también contemplado en la CPE, concretamente en la quinta parte: Jerarquía normativa y Reforma de la Constitución y su título único: Primacía y reforma de la constitución, que dice:
“La reforma total de la Constitución, o aquella que afecte a sus bases fundamentales, a los derechos, deberes y garantías, o a la primacía y reforma de la Constitución, tendrá lugar a través de una Asamblea Constituyente originaria plenipotenciaria, activada por voluntad popular mediante referendo”, es decir, hay que preguntar a la ciudadanía si quiere hacer un cambio en ese sentido.
El artículo además precisa que “La convocatoria del referendo se realizará por iniciativa ciudadana, con la firma de al menos el veinte por ciento del electorado; por mayoría absoluta de los miembros de la Asamblea Legislativa Plurinacional; o por la Presidenta o el Presidente del Estado. La Asamblea Constituyente se autorregulará a todos los efectos, debiendo aprobar el texto constitucional por dos tercios del total de sus miembros presentes. La vigencia de la reforma necesitará referendo constitucional aprobatorio”.
Posiciones encontradas y cálculos entre políticos
Fernando Camacho El Gobernador cruceño ha abierto oficialmente el proceso y ha señalado que hará la tarea de socializar para lograr primero el referéndum
Evo Morales Como jefe de partido, Morales dijo que se debían poner las ánforas para medir el apoyo en referéndum para la constituyente
Carlos Mesa El jefe del principal partido de la oposición no ha desvelado su posición sobre el debate y ha dicho que es una “estrategia del MAS”
Johnny Torres El jefe de la AMB y alcalde de Cercado ha planteado la necesidad de abrir el debate a fondo en el conjunto del Estado
Luis Arce El Presidente, que es uno de los que puede convocar el referéndum, no ha manifestado postura aunque su vocero la ha denostado
Los otros temas pendientes de la CPE
La reforma de la Justicia
Cualquier tema sensible cerrado en el amplio texto de la Constitución Política del Estado debe ser abordado en otra Asamblea Constituyente que además es autorregulada. Uno de esos temas es el de la Justicia. La CPE actual contempla la elección directa de los principales magistrados, una fórmula que no ha permitido erradicar los problemas y la crisis de un poder fundamental del Estado.
Otros anhelos “independentistas”
En varios departamentos hay corrientes y regiones que plantean una nueva división administrativa, aunque solo el Gran Chaco ha completado el proceso para convertirse en Región Autónoma, que es la solución que se dio en su momento. La provincia Vaca Díez en Beni, el Chaco trascendiendo Chuquisaca y Santa Cruz, el Chapare e incluso Llallagua en Potosí han hablado alguna vez de “décimo departamento”
La reelección indefinida
En 2016 Evo Morales pidió permiso para saltarse por una única vez la Constitución Política del Estado en lo que se refiere a la limitación de mandatos, lo que fue rechazado en referéndum, que fue convocado como “modificación parcial”. Después el TCP decidió autorizar esta elección al considerar la reelección un “derecho humano”. Esta interpretación puede ser incorporada a la CPE a través de una constituyente, ya que afecta al conjunto del espíritu constitucional