La notificación llegó el lunes al despacho de Baptista en el TSE, cuando ya no forma parte de Órgano Electoral y se encuentra fuera del país.

“No contaron con la lentitud de su sistema y el expediente regresó al TSE demasiado tarde... ya me fui!! Pero igual ayer fui notificada con la reanudación del proceso disciplinario (violando todas las reglas del debido proceso, como ocurrió desde su primera actuación)”, escribió la exvocal en su red social.

Baptista renunció al cargo de vocal del TSE denunciando que ese organismo estaba secuestrado y carecía de independencia y autonomía, en una carta dirigida al vicepresidente, David Choquehuanca.

En una segunda carta denominada “Mi compromiso con Bolivia” manifestó que es el momento de que la ciudadanía recupere su soberanía, ejerciendo su derecho a recurrir “al supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión”, como prevé la Declaración Universal de Derechos Humanos. 

El 24 de diciembre de 2020 el TSE le inició un proceso disciplinario a Baptista y le suspendió en sus funciones por enviar una carta a la OEA pidiendo una auditoría al padrón electoral indicando la “posible existencia de un bloque de data alterno, técnicamente reservado”, con “acceso privilegiado y secreto”.

El 20 de enero de 2021 la rehabilitaron, debido a que “no podían mantener la suspensión más de 30 días (sanción más alta para faltas graves), ni destituirme por faltas muy graves, porque en ninguno de los casos había fundamento legal para una sanción”, se lee en su red social. 

Baptista dijo que, para ganar tiempo, el 25 de enero de este año el TSE decidió enviar el proceso disciplinario en su contra a consulta al Tribunal Constitucional, que lo “guardó” hasta que fuera “políticamente correcto” resolver el caso. “Ese momento llegó, por eso lo rechazó a fines de octubre (con fecha 4 de febrero)”, escribió.

El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, confirmó este martes que la exvocal se encuentra fuera del país.