La exvocal del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Rosario Baptista, ya habría abandonado Bolivia en octubre pasado, según reportes oficiales de la Dirección de Migración, informó el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo.

La renuncia de Baptista generó controversia puesto que, en su carta del 13 de noviembre, señaló que “se ignoraron los verdaderos resultados” de elecciones y que el TSE está “secuestrado por intereses ajenos a la justicia”.

Del Castillo sostuvo que tuvo una “actitud completamente política” y mencionó como ejemplo que acta que revisaba era observada, “deslindándose de cualquier norma legal”.

Baptista fue elegida por la Asamblea Legislativa a finales de 2019, junto a otros cinco vocales electorales.

Según la autoridad de Gobierno su “retiro voluntario va a ser un beneficio a la democracia” y aclaró que no se está pidiendo su extradición, puesto que esa es una atribución de la Justicia y el Ministerio Público.