Medio: El Diario
Fecha de la publicación: miércoles 17 de noviembre de 2021
Categoría: Órganos del poder público
Subcategoría: Órgano Ejecutivo
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El presidente Luis
Arce Catacora, a 11 de noviembre de 2021, dice “que no ocurrirá otra
experiencia semejante a octubre 2019” (1). Consecuentemente, pide a los
movimientos sociales salir a defender la democracia, cuya constatación se
reflejaba en la persistencia del bloqueo de K´ara K´ara bajo la permisión de la
Policía Nacional.
EL RIESGO INMINENTE
La declaración presidencial presenta el riesgo de ir hasta el final de sus
pretensiones, si bien genera el temor de abrir el camino hacia el luto y el
dolor total. Pues no se sabe quién será el ganador de tal combate, donde el
gobierno pasa a la acción partidaria y pierde la mejor ocasión de ser el
árbitro de la contienda.
No es el caso de ocuparnos de la explosión del sentimiento nacional del año
2019, que nos llevó al establecimiento de un gobierno transitorio.
Solo pretendemos constatar que él nos condujo a la neutralización de
la energía política con resultantes medias que proporciona la Dialéctica del
Orden y del Movimiento.
LA COMPRENSIÓN
NECESARIA
El gobierno de 2021 presenta la realidad de no haber podido reunir o hacer un
consenso firme para la gestión del Poder de Estado. La
tendencia que maneja “de defender el cambio” solo es el resultado que viene de
una obediencia partidaria, del MAS. El Movimiento al Socialismo aferrado a su
base electoral tiene derecho solo a una parte del ejercicio del Poder, el otro
45 % corresponde a otras reparticiones. Por esta razón –cada partido muy fiero
de su base electoral– pretende a una parcela o parte en el ejercicio del Poder.
El MAS se aferra a su programa y quiere hacer todo. Por eso cree tener expedito
el camino para recurrir a copar el ejercicio del Poder del Estado, en
principio. Así, resulta importante saber por qué el MAS
quiere ir hasta el final de sus pretensiones. Búsqueda vana –por cierto– dado
que es el monopolio o la colonización de un partido y la energía política total
expresada por los otros partidos, no está disponible para sostener la acción
del Estado. Y como es necesario gobernar para todos los que componen el cuerpo
nacional o fuerzas que le vigilan, es bueno que el gobierno responda con
medidas oportunas para orientar mejor la economía, la cultura y la convivencia
del país.
Por eso resulta oportuno subrayar la precisión inteligente que aporta don Juan
Carlos Manuel, presidente del Comité Cívico de Potosí, cuando sostiene: ¡Hacer
leyes sanas!, con la mayor participación de los ciudadanos.