El ejecutivo de la Central Obrera Boliviana (COB) e, Juan Carlos Huarachi, en rueda de prensa. Foto: ERBOL
Organizaciones sociales consideraron que la finalidad de las movilizaciones de los cívicos no son las leyes a las que rechazan sino son afanes de buscar la “desestabilización” e incluso un “golpe de Estado” al Gobierno del presidente Luis Arce.
El secretario ejecutivo de la Central Obrera Boliviana (COB), Juan Carlos Huarachi, ratificó que todos los sectores sociales continúan en estado de emergencia ante la situación que atraviesa el país ante el paro que persiste en varias regiones del país.
“No es la ley 218, no es la ley 1386, el objetivo es desestabilizar el Gobierno, desgastar a nuestro Gobierno”, aseguró el dirigente a tiempo de anunciar que continúan reuniéndose los diferentes sectores para ratificar la defensa de la administración de Arce.
La secretaria ejecutiva de la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia - Bartolina Sisa, Flora Aguilar, aseguró que los cívicos sólo buscan la impunidad por las personas fallecidas y heridas durante la crisis de 2019.
“Su objetivo es hacer golpe de Estado, entonces, ahí está la “receta”, dijo en alusión a una palabras del presidente del Comité Cívico pro Santa Cruz, Rómulo Calvo, antes y durante las jornadas de paro en la región cruceña.
“No es la ley, no es el paquete de leyes, es hacer golpe de Estado”, insistió.
Mientras que el secretario ejecutivo de la Confederación Sindical de Comunidades Interculturales Sindical de Comunidades Interculturales Originarias de Bolivia, Esteban Alavi, afirmó que tras el anuncio de Gobierno de abrogar la Ley 1386 ya no habría “ningún argumento” para continuar con las movilizaciones.
El paro cívico tenía como objetivo buscar la abrogación de la Ley Estrategia Nacional de Lucha Contra la Legitimación de Ganancias Ilícitas y el Financiamiento del Terrorismo, Arce anunció el fin de semana abrogar la polémica norma.
Pese a esta situación, los gremiales y otros sectores decidieron mantener la medida hasta que se formalice la abrogación mediante una ley, aunque para el movimiento cívico, la lucha debe continuar, esta vez por otras normas y la restitución de los 2/3 en el Legislativo.
