Medio: Jornada
Fecha de la publicación: lunes 15 de noviembre de 2021
Categoría: Organizaciones Políticas
Subcategoría: Demandas
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La restitución
de los dos tercios de votación en las discusiones parlamentarias junto a la
abrogación de las llamadas «leyes malditas» son ahora el foco de la oposición
parlamentaria tras el anuncio del Gobierno de dar marcha atrás en la vigencia
de la polémica ley 1386.
El expresidente y líder de la opositora Comunidad Ciudadana (CC) Carlos
Mesa informó este lunes que se presentó ante el Senado y la Cámara de Diputados
proyectos resolutivos para la restitución de los dos tercios de votación
legislativa por tratarse de «una cuestión crucial».
En una rueda de prensa en La Paz Mesa aseveró que el Parlamento, en el
que tiene mayoría el Movimiento al Socialismo (MAS), es el «escenario
democrático lógico» para sostener las deliberaciones que hace una semana se han
trasladado a las calles por el paro nacional e indefinido que sostienen
sectores de comerciantes, transportistas y cívicos, y que todavía se mantiene
en varias regiones.
En la misma ruta la opositora Creemos, del gobernador de Santa Cruz,
Luis Fernando Camacho, ya había planteado esa exigencia de restitución de la
votación por dos tercios que fue suprimida por el Legislativo en 2020, antes de
que el presidente Luis Arce asumiera el mando del país.
Ese cambio se impulsó cuando en la presidencia del Parlamento estaba la
actual alcaldesa de El Alto, Eva Copa, ahora alejada del MAS, arguyendo que el
retiro de esa condición se hacía por «cuestiones administrativas» y se dejaba
los dos tercios para cuestiones expresamente detalladas en la Constitución.
La viceministra de Comunicación, Gabriela Alcón, manifestó este lunes
que «lo que hace el reglamento del Legislativo es respetar la Constitución» y
que buscar una modificación de aquello «involucra otros aspectos».
Para la oposición la restitución de los dos tercios en el Parlamento
está relacionado con el tratamiento de leyes cuestionadas que son parte de un
«estado policíaco» y la necesidad de «abrir espacio previo de discusión» con
los sectores sociales afectados por esas normas.
El pasado sábado el Gobierno anunció la abrogación de la ley de
Estrategia Nacional de Lucha contra la Legitimación de Ganancias Ilícitas y el
Financiamiento al Terrorismo, la más cuestionada de un grupo de normas
recientemente aprobadas a las que los sectores en protestas las llaman «leyes
malditas».
La abrogación de la ley 1386 «vamos a hacerla rápido», «por
dispensación de trámite» porque «necesitamos pacificar el país y necesitamos
que el país siga trabajando», aseguró este lunes a los medios el diputado
oficialista Renán Cabezas.
El Gobierno ha señalado que las protestas de la última semana en
Bolivia eran un «pretexto» para conjurar un «golpe de Estado» como sostiene que
hubo durante la crisis política de 2019, aunque también el presidente del MAS,
el exmandatario Evo Morales, admitió que los anexos de la ley «afectaban a
algunos sectores».
Regiones como Santa Cruz, el puntal principal de las protestas, o
Cochabamba, han optado por mantener las medidas de presión hasta lograr que se
atienda la totalidad de las demandas planteadas.