Medio: ANF
Fecha de la publicación: jueves 11 de noviembre de 2021
Categoría: Conflictos sociales
Subcategoría: Marchas, bloqueos, paros y otros
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El máximo dirigente de la Central Obrera Boliviana (COB), Juan Carlos Huarachi, señaló que las protestas que se desarrollan en algunas regiones del país contra la ley 1386 solo son un pretexto de la derecha para desestabilizar el gobierno de Luis Arce y declaró en emergencia a la organización.
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Llamó a la población a no dejarse engañar una vez más por la “derecha fascista” que está incrustada en las organizaciones cívicas, y que no le interesa la reactivación económica del país ni del pueblo boliviano.

La Paz, 11 de noviembre (ANF).- El máximo dirigente de la Central Obrera Boliviana (COB), Juan Carlos Huarachi, señaló que las protestas que se desarrollan en algunas regiones del país contra la ley 1386 solo son un pretexto de la derecha para desestabilizar el gobierno de Luis Arce y declaró en emergencia a la organización.
Desde el lunes, sectores como los gremiales, transportistas, médicos, cívicos, entre otros, realizan marchas y bloqueos exigiendo la abrogación de la ley 1386 de Estrategia Nacional Contra la Legitimación de Ganancias Ilícitas.
“A la derecha no le interesa las leyes (que exigen abrogar), simplemente es una medida supuesta porque a ellos lo único que les interesa es desestabilizar a nuestro gobierno, es desestabilizar el proceso de cambio, eso es lo único que les interesa”, dijo Huarachi la víspera, luego de una reunión con dirigentes de la mina Huanuni y el presidente Luis Arce.
Para el dirigente, afiliado al partido de Gobierno, la derecha –en referencia a los comités cívicos de Santa Cruz y Potosí- está confundiendo “a nuestros hermanos gremiales, está confundiendo a nuestros hermanos transportistas, por eso es que les llamamos a la reflexión, no nos dejemos manipular”, enfatizó.
Huarachi convocó a su ente matriz y a las organizaciones afines al Gobierno como el Pacto de Unidad y las centrales obreras departamentales a declararse en “estado de emergencia” para impedir que vuelva a repetirse lo que ocurrió en 2019, cuando por un masivo movimiento popular, tras la comprobación un fraude electoral, de acuerdo a la auditoría de la Organización de Estados Americanos, el entonces presidente Evo Morales presentó su renuncia y se fue del país.
El dirigente aclaró que no está llamando a la confrontación y que sus medidas son orgánicas, escritas en el estatuto de la COB, y sabe cómo se empieza una marcha, un conflicto, “sin ir a la confrontación, sin ir a la pelea, sin ir a maltratar, sin ofender o discriminar a nadie”, pero, agregó, “no vamos a permitir que algunos grupos de vándalos estén atropellando a nuestros hermanos, estén llegando inclusive hasta asesinar a nuestros compañeros”, como lo ocurrido en Potosí.
Llamó a la población a no dejarse engañar una vez más por la “derecha fascista” que está incrustada en las organizaciones cívicas, y que no le interesa la reactivación económica del país ni del pueblo boliviano.
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