Medio: Ahora el Pueblo
Fecha de la publicación: viernes 12 de noviembre de 2021
Categoría: Conflictos sociales
Subcategoría: Problemas de gobernabilidad
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Tumbar al gobierno, es la frase de Rómulo Calvo que
desenmascara las verdaderas intenciones de los cívicos cruceños que
embanderaron el paro fracasado y el cierre de algunas vías, demostrando que la
Ley 1386 es una simple pantalla.
Una vez más y con la intención de derrocar al Gobierno
democráticamente elegido, utilizan a gremialistas, a transportistas para lograr
su verdadero objetivo, sin importarles ir contra la decisión del pueblo y de
las elecciones que el Movimiento Al Socialismo ganó en 2020.
Si bien los argumentos actuales son diferentes a los de
2019, el grupo de personajes cívicos tiene el mismo objetivo, por lo que su
actual presidente insta a sus grupos de choque para generar violencia y asustar
a los pobladores de las ciudades, intentando demostrar que tienen mayor poder
que un gobierno democrático.
No sólo es la Ley 1386, ahora sacan su verdadera cara y
piden eliminar todos los juicios que tienen por su primer golpe de Estado,
suman y mienten indicando que hay un paquete de leyes, sabiendo que toda
legislatura comienza de cero, por lo que cualquier legislador o el Órgano
Ejecutivo debe enviar sus proyectos, lo que demuestra una vez más el nivel de
desinformación que generan mediante sus operadores comunicacionales.
A esta mentira del paquete de leyes sale otra demanda de la
senadora de Creemos Centa Rek, pide el cierre de la Asamblea Plurinacional,
donde esa agrupación tiene problemas de disidencia debido a la dictadura
impuesta por Luis Fernando Camacho, que es el dueño de la agrupación.
Cada día que pasa los cívicos siguen sumando pedidos para
sus correligionarios, como es la liberación de los presos que están
investigados por su participación en el Golpe de Estado de 2019.
Pero lo último hecho fue la declaración de Calvo, que
arremetió indicando que éste es el último round, en clara alusión a que no
quieren al gobierno de Luis Arce. Esta arenga se debería entender como un acto
de sedición y desacato a las leyes bolivianas.
Si los cívicos veían que un golpe de Estado era un mero
trámite, con una supuesta fórmula conocida, esta vez se dieron cuenta de que el
pueblo no está con ellos y que el país no sólo son las ciudades capitales o el
eje, y se vio que el apoyo al presidente Arce está fortificado en los nueve
departamentos del país.
Hoy la población está molesta por la serie de bloqueos que
se generan en Santa Cruz y Potosí, porque el paro significa un retroceso en la
reactivación económica y peor aun demuestra que los ciudadanos que viven del
trabajo diario son perjudicados y les dejan sin los ingresos para la comida de
su núcleo familiar.
Es por eso que en las últimas horas gremialistas van al
diálogo convocado por el Gobierno nacional, los campesinos, fabriles, mineros
deciden apoyar y fortalecer al Ejecutivo nacional y desenmascarar a los
integrantes de los comités cívicos que buscan un solo camino que es el derrocar
al gobierno del presidente Luis Arce Catacora.