Medio: ANF
Fecha de la publicación: martes 09 de noviembre de 2021
Categoría: Conflictos sociales
Subcategoría: Marchas, bloqueos, paros y otros
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La analista política Zegada dijo que ha comenzado un proceso de descomposición “donde el Estado ya no puede controlar las reacciones sociales

La Paz, 9 de noviembre (ANF). - La confrontación está causando una descomposición social y política en el país y la violencia puede desbordar al propio gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS), si es que éste no reencauza su gestión hacia una solución de los problemas y a una convivencia democrática que respete el voto recibido por dirigentes opositores en departamentos y municipios.
“Es algo que está desbordando al propio gobierno. La gran pregunta es si el MAS estará alentando de alguna manera estos procesos de confrontación. Quizá es parte de una estrategia. Ojalá no sea así”, sostuvo Zegada.
La analista también dijo que la salida a ese peligro está en manos de propio gobierno y el MAS al ser un verdadero factor de poder que puede reencaminar su gestión.
Previamente, llamó la atención sobre el hecho de que actualmente parece imposible la convivencia democrática entre el gobierno de Luis Arce y los gobernadores y alcaldes opositores elegidos en las urnas, a diferencia de lo ocurrido en la larga gestión de Evo Morales (2006-2019) con gobernadores como Rubén Costas en Santa Cruz.
De su parte, Portugal comentó que ni el gobierno, ni la oposición parecen entender la coyuntura conflictiva del país, que en su historia ha vivido ciclos de violencia que “se están repitiendo” actualmente en condiciones muy parecidas.
“La ausencia de Estado viene de atrás. Cada quien tiene su lugar y lo defiende, y no puede haber una sociedad moderna cuando el Estado está débil y no existe realmente, y cuando hay serie de sobreposiciones, dominaciones e intereses que mantienen un equilibrio perverso”, sostuvo.
Defendió que, en realidad, “el sector popular no sigue al MAS, sino que sigue sus intereses y sigue al partido que le favorece y esos intereses a veces no son coherentes con un interés común” y este es un tema que el MAS “instrumentaliza” con movilizaciones a su favor, pero con el riesgo de causar desbordes y de que “se escape de sus propias manos”.
Advirtió de que en la historia del país cuando en medio de la violencia social aparecen grupos armados, las Fuerzas Armadas y la Policía “empiezan a jugar roles políticos” para actuar de forma decisiva, un tema sobre el que también es necesario reflexionar por sus consecuencias.
El sociólogo Flores considera que la gente está preocupada por su salud y por la reactivación económica dejando en un segundo plano los debates ideológicos, aunque las organizaciones sociales están comenzando a reaccionarcon “descontento” ante ciertas acciones de Arce.
Sostuvo que Arce y el MAS han “descuidado” el discurso indigenista y su gobierno y a diferencia de la época de Evo Morales no se reconoce como una Administración de los indígenas o de los movimientos sociales, salvo por las actuaciones eventuales de David Choquehuanca.
Claudia Condori advirtió de que la aparición de grupos armados, la presencia de narcotraficantes y el uso de Bolivia como país de tránsito para un supuesto tráfico de armas de Brasil a Perú, puede agravar los conflictos para la polarización y una mayor división social.
Dijo que adicionalmente el racismo y los imaginarios construidos por el color de piel es el “gran problema de Bolivia” por lo que es necesario buscar formas de unidad como la diversidad culturas, al margen de posicionamientos políticos que contribuyen a la confrontación.