Medio: El Deber
Fecha de la publicación: lunes 08 de noviembre de 2021
Categoría: Órganos del poder público
Subcategoría: Órgano Judicial
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La Plataforma
Ciudadana por el Acceso a la Justicia y los Derechos Humanos ha elaborado el
Informe, gestión 2020, sobre el Estado de la Justicia en Bolivia. La
publicación especializada aborda la necesidad de la transparencia, la rendición
de cuentas y la ética judicial, como elementos fundamentales para una correcta
administración de justicia. También explora el vínculo existente entre la
independencia judicial y la corrupción; la gestión judicial durante la pandemia
del covid-19, identificando las medidas aplicadas por el Estado y las
instituciones que intervienen en la administración de justicia; la situación de
las mujeres víctimas de violencia y personas procesadas en cuarentena, y la
situación de la población privada de libertad.
La organización
ciudadana, desde su creación en 2015, ha venido impulsando procesos de
monitoreo, veeduría, investigación, debate público e incidencia de manera
constructiva tanto a nivel departamental como nacional de las diferentes
entidades del sistema de justicia y penitenciario con el fin de lograr
modificaciones y cambios profundos dirigidos a una reforma necesaria del
sistema de justicia.
Se trata de una
verdadera radiografía del sistema judicial en su tercera versión. El informe
reconoce cierta apertura informativa, pero advierte que falta mucho camino por
recorrer en este sentido. Sin embargo, insiste en el principio de máxima
divulgación de la información judicial, ya que todas las personas tienen
derechos a recibir información general y actualizada sobre el funcionamiento de
los juzgados y tribunales sobre las características y requisitos genéricos de
los distintos procedimientos judiciales.
El informe
recomienda que los sitios en internet institucionales contengan la mayor
cantidad posible de información sobre los diferentes procedimientos,
tramitación de juicios, audiencias públicas y resultados, evaluación de
desempeño, asuntos ingresados, resueltos y pendientes en cada periodo y órganos,
como su duración, ejecución presupuestaria, etc.
La rendición de
cuentas consiste esencialmente en el análisis y tratamiento de la información
existente, por medio de: 1) la explicación del origen, uso y aplicación de los
fondos a disposición de la administración de justicia; 2) la confección y
aplicación de los indicadores relevantes de la gestión jurisdiccional y
administrativa; 3) el control de la finalización de los procesos, tramitados
con las debidas garantías y en un plazo razonable. Y recuerda que “sin
transparencia, sin acceso a la información y sin rendición de cuentas no hay
democracia, no hay un correcto ejercicio del poder, no hay un adecuado
desempeño del servicio público, no hay ética pública”.
El informe sostiene
que la corrupción quebranta la democracia, el Estado de derecho, porque por un
lado, restringe la participación política igualitaria, la libertad de
pensamiento, la libertad de expresión, entre otras. Igualmente impide que los
derechos sociales puedan efectivizarse, agravando, además, la situación de
desigualdad de los denominados grupos de atención prioritaria, como son los
indígenas, migrantes, personas privadas de libertad, mujeres, personas con
discapacidad, adultos mayores, etc.
A tiempo de comparar
el presupuesto general del Estado de las gestiones 2018, 2019 y 2020, establece
que de ese total se asignó al judicial solo el 0,47%, el 0,49% y el 0,52%,
respectivamente. Y concluye que el Gobierno no tiene la voluntad política para
asignar al sector justicia recursos suficientes que le permitan satisfacer su
propia demanda de servicios judiciales, menos llevar adelante una reforma
estructural.
Con esta pobre
asignación presupuestaria, el Estado boliviano no garantiza la independencia
administrativa y financiera del Poder Judicial. La falta de provisión de
recursos materiales y logísticos suficientes resulta determinante para la
administración de una justicia independiente, imparcial y competente. El
informe recomienda el tratamiento de una Ley de Acceso a la Información
Pública, terminar con la provisionalidad de autoridades jurisdiccionales y
personal de apoyo, así como trabajar en un Código de Ética Judicial, bajo
estándares internacionales.
Con el objetivo de
garantizar la independencia del Poder Judicial, se debe asignar un porcentaje
fijo de por lo menos el 4% en el presupuesto general del Estado. La publicación
permite conocer la problemática judicial, y plantea la necesidad de introducir
políticas judiciales antes que sea demasiado tarde.