Según las primeras encuestas, Luis Arce, del MAS, tiene una preferencia del 31,6%. Sigue Carlos D. Mesa, de CC, con un 17,1%. En tercer lugar se encuentra la presidenta Jeanine Áñez, de Juntos, con el 16,5%. Fernando Camacho, de Creemos, tiene un 9,6 %. Con porcentajes menores al 6% están el Frente Para la Victoria (FPV), Libre 21, Pan-Bol y ADN.

Según la analista Erika Brockman, estos últimos cuatro binomios deberían retirarse de la contienda. Su participación no va a generar representación legislativa y sólo va a provocar gastos de energía y económicos. “Se debe pensar en que, aun con ese 31%, el MAS podría tener el 45% del Parlamento”, mencionó.

Por otro lado, los porcentajes del MAS y CC son considerados el voto duro. Según Brockman, el MAS tiene ciertos seguidores que toleran las denuncias de corrupción, fraude y demás. Mesa también tiene adeptos fieles y tiene más posibilidades de ser el beneficiado por el “voto útil”. En esto también coincide el analista Rolando Tellería.

“Podría constituirse (CC) en el beneficiado del ‘voto inteligente’, pues un gran porcentaje del electorado antimasista inclinará su voto, en la recta final, por el mejor posicionado”, aseveró.

La candidata al senado Andrea Barrientos dijo que, según el pacto en Santa Cruz, los que tengan menos del 6% deben dejar la carrera en abril.

LA SEGUNDA VUELTA ES INMINENTE POR AHORA

Si las elecciones ocurrieran hoy, la segunda vuelta sería un hecho. Sin embargo, existe un porcentaje de indecisos que se puede inclinar por el binomio opositor con mejores opciones. En ellos está la diferencia, según Brockman.